El Sumario – De acuerdo a una investigación realizada por la Facultad de Ciencias Marítimas de la Universidad de Kobe, no sólo las interacciones y relaciones sociales tienen efecto en la mente de las personas, también el lugar donde se encuentran.

Este análisis demostró que observar el mar produce sentimientos positivos como tranquilidad y sensación de bienestar. Oír romper las olas, ver los tonos azulados y sentir la arena, automáticamente relaja a las personas, pero también la afinidad por la playa se refleja en la salud mental.

El biólogo marino, Wallace Nichols, a través de su libro “Blue Mind”, los sonidos del mar estimulan la corteza prefrontal, un área del cerebro que es responsable de las emociones y la reflexión personal. Al oír o ver algo relacionado con la playa, esta zona se activa y hace que los sentimientos se expandan.

Asimismo, Nichols señala que las olas también son fundamentales, pues en la playa el cuerpo absorbe los iones que ellas liberan, lo que provoca que el organismo obtenga más oxígeno y regule los niveles de serotonina, neurotransmisor que controla el estado de ánimo.

Es decir, al estar en la playa se experimenta una sensación de paz y bienestar similar a la que presentas después de hacer yoga o meditación. El sonido que produce el romper de las olas y la sensación al nadar reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

De acuerdo con Nichols, las personas aman estar cerca del mar porque al observarlo y escucharlo, los lleva a un estado meditativo. El cerebro se concentra en su color y movimiento y capta cierta información sensorial, al igual que lo hace cuando se mira una película.

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Gabriela Morales

Con información de Agencias