La instalación ubicada en Nueva York, tuvo un costo de tres mil 850 millones de dólares

Este jueves abrió sus puertas la estación de trenes más cara del mundo, ubicada en el World Trade Center en Nueva York, donde ocurrieron los atentados del 11 de septiembre.

La instalación, con un presupuesto de dos mil millones de dólares terminó en tres mil 850 millones, según la portavoz del estudio del arquitecto responsable de la obra Santiago Calatrava. La estación está construida alrededor del sitio donde se encontraban las torres gemelas, transformado en memorial después del atentado y conectará los trenes suburbanos con destino a Nueva Jersey con once líneas de metro.

El emblemático edificio de esta estación tiene un salón de forma ovalada, llamado Oculus, que mide 111 metros de largo y está coronado por vigas que apuntan hacia el cielo, que evocan a una ave alzando sus alas para emprender el vuelo.

La estación albergará un amplio centro comercial de casi 34 mil metros cuadrados, con negocios y restaurantes, que recién abrirán en agosto. El proyecto, que se inició en 2004, fue muy criticado por su estética pero sobre todo por sus retrasos y su costo.

Alejandra Watts

Con información de AFP.

Fotografías REUTERS/Mike Segar