La vida de Kunkush no ha sido fácil. Su familia tuvo que huir de Iraq -tras los ataques del Estado Islámico- hacia la isla griega de Lesbos, lugar que es punto de entrada para miles de refugiados del Medio Oriente a la Europa continental. A Kunkush lo envolvieron en mantas para protegerlo durante el peligroso viaje, pero cuando llegaron a la isla se asustó y se perdió.
Triste, su familia tuvo que seguir su travesía sin Kunkush. Una asociación civil que se encarga de proteger y cuidar a animales perdidos en Lesbos lo recogió. Estaba sucio, con muchos cortes en la piel y casi en desnutrición. Los voluntarios no sabían el paradero de sus dueños, y mientras hacían todos los esfuerzos para contactarlos lo nombraron «Dias», palabra griega que significa Zeus. Después de dos meses de búsqueda, una muchacha alemana se lo llevó a Berlín, para continuar desde allá. Hasta le creó un perfil en Facebook.
Este mes, hubo buenas noticias desde Noruega.
La familia de Kunkush lo reconoció por las redes sociales y de inmediato pidieron de vuelta a su gatico. Él se ha convertido en un símbolo de lucha para los refugiados a través de la Internet, y su inspiradora historia llena de esperanza a miles de personas que como su familia, huyen de países en guerra.
Jefferson Díaz
Con información de La Vanguardia
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