También puede causar problemas de salud, debido a la depresión del sistema inmunitario o a la vulnerabilidad del organismo ante enfermedades

Los calambres, el dolor de estómago, los sudores fríos y el bloqueo mental son síntomas de ansiedad. Todos podemos sufrirla, pero en el caso de los universitarios se dispara en época de exámenes. «Los estudiantes que presentan ansiedad pueden conseguir los mismos resultados que los que no, pero su esfuerzo será mucho mayor y les llevará más tiempo», explica Joaquín Álvarez, profesor del departamento de Psicología de la Educación de la Universidad de Almería.

Álvarez realizó un estudio a mil 21 alumnos, el cual indica que 35% de los universitarios padece ansiedad durante las pruebas académicas y que quienes tienen 23 y 26 años la sufren en mayor cantidad, pues «a medida que avanza la edad, el sentido de la responsabilidad y la presión social aumentan«. Además, logró determinar que las carreras con mayor índice de alumnos afectados son Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias de la Salud y las titulaciones técnicas.

No se ha concluido que la ansiedad afecte la obtención de resultados; aunque sí dificulta el almacenamiento, la organización de la información y la recuperación de ese material. «Todas las universidades deberían contar con una sala para atender a los alumnos con ansiedad durante los exámenes. Hablar con un profesional 30 minutos antes de la prueba les ayudaría a ganar confianza y calmarse antes de entrar a al aula», apunta.

Para prevenir la ansiedad, puedes aplicar estas técnicas:

  • No alterar el ritmo de sueño: dormir poco y mal desestabiliza el estado físico y mental, por lo que se recomienda dormir entre siete y ocho horas diarias. «El cansancio aumenta las posibilidades de sufrir ansiedad y bloqueo mental».
  • Planificar el ocio: muchas horas de estudio no equivalen a mejores resultados, ya que es necesario intercalar el trabajo con actividades recreativas. «Si no aprendemos a descansar y a relajarnos, somos presa fácil de la ansiedad», asegura Lucía Olivera, directora del gabinete de orientación educativa de la Universidad Francisco de Vitoria.
  • Controlar los pensamientos: «no son los acontecimientos los que generan ansiedad, sino la interpretación que se hace de ellos», apunta Olivera. Pensamientos negativos como “nunca aprobaré esta asignatura» o «esta carrera es demasiado difícil para mí» empeoren los síntomas físicos y hacen que el estudiante se paralice. Descubre las situaciones difíciles que has superado y empodérate.
  •  Practicar ejercicios de relajación: «el estudiante debe ser consciente de lo que le pasa. Concentrar la atención en la respiración y hacerla progresivamente más profunda y lenta ayuda a desconectar, calmarse e iniciar el estudio en condiciones óptimas», recalca Álvarez.

Amanda Gómez

Con información de El País.

Fotografía Gettyimages.