Pedalear en la calle en lugar de hacer ejercicio en la bicicleta fija. Caminar por un parque en vez de utilizar la cinta. Trotar en la acera en lugar de ir al gimnasio. No hay como estar al aire libre, sobre todo si hace buen tiempo.

Si uno cambia la sala de estar en casa, el bar favorito o el centro de fitness por una vuelta afuera, el mundo parece más grande. Y, como si fuera poco, la actividad deportiva se vuelve más intensa. A continuación, cinco opciones para hacer ejercicio al aire libre:

– FRISBEE: jugar con un frisbee es divertido, ya sea con niños, con amigos o con el perro. Si se juega con varias personas el asunto toma otra velocidad. Incluso se pueden probar desafíos como que un equipo tenga que interceptar el frisbee antes de que el disco llegue a las manos a las que estaba dirigido.

– PATINAR: probar suerte con los patines puede ser una gran aventura, y quien ya la haya probado y quiera innovar también puede buscar en Internet patines todoterreno, conocidos además como Cross Skating.

Son patines que tienen solo dos ruedas neumáticas, van más cerca del suelo y se utilizan con frenos tradicionales, no con un taco de goma como los patines en línea. Al ser más bajos y contar con una rueda más ancha, son más estables, con lo cual se pueden utilizar en superficies algo más hostiles que los patines en línea o de cuatro ruedas.

  • Remar: ya sea que uno elija remar en kayak o en bote, esta variante suele ser una opción en lagos y ríos en los que muchas veces se ofrecen alquileres por hora. La perspectiva, desde el agua, cambia radicalmente. Eso sí: ¡hay que saber nadar! Si suelen tener contracturas en la espalda o en el cuello, mejor evite el remo tradicional, porque puede resultarle algo incómodo estar remando hacia atrás, sin ver hacia dónde avanza. Es importante tener cierto sentido del equilibrio y no tenerle miedo a las ampollas.
  • Sackline: esta opción ya es para los más osados. Es divertida pero también hay que saber tener paciencia. Se sujeta una cinta especial a dos árboles o postes a cierta altura del suelo y  se intenta hacer equilibrio caminando sobre ella. Aunque caminar ya es mucho decir, porque cada paso es un arte. Sin embargo, como ejercicio es ideal porque exige a toda la musculatura y es una práctica enorme para el equilibrio. Además, es agradable, ya que los intentos pueden ser compartidos con amigos y se pueden intercalar con ratos conversando en el césped.
  • Longboard: esta tabla, gracias a sus ruedas más anchas y a su longitud, resulta menos peligrosa que las usuales. También requiere cierto sentido del equilibrio desarrollado y, en un primer momento, de una superficie que no resulte del todo desagradable para las caídas. Si no está entrenado, más vale trabajar primero en su estado físico general y después disponerse a los intentos con la tabla.
  • Escalar: no es una opción del todo sencilla y más vale ejercitarla al principio en alguna instalación de interiores antes de lanzarse a la gran aventura. No solo se requiere de determinado entrenamiento de preparación, sino también de un equipo apropiado y de un compañero versado en el que uno confíe, porque la seguridad de uno depende del otro y viceversa. En instalaciones especiales la actividad no es tan riesgosa como parece.

Con información dpa.

Fotografía Gettyimages.