El rostro de «El Chapo» Guzmán es una de las figuras más emblemáticas en la realización de máscaras para Halloween en México. El rostro del líder del Cartel de Sinaloa compite con los clásicos de zombies, momias, vampiros y hombres lobo. Las máscaras tienen el característico cabello negro y bigote del narcotraficante.

El disfraz incluye una camiseta con rayas blancas y negras de reo, con el código «3578-AJ», el número que le fue asignado cuando estuvo en la cárcel de Altiplano. A tono de burla, en la parte posterior de la camisa se incluye el hashtag «#NoEraPenal de máxima seguridad«, en referencia a la prisión y alude una frase popularizada en México durante el Mundial de Brasil 2014.

Zyanya Ibarra, ejecutiva del fabricante Grupo Rev, explicó que «debido a la situación sobre Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, se nos ocurrió realizar la máscara del delincuente más buscado de México«, cuyo éxito ha sido «más de lo esperado», con pedidos diarios, sobre todo de Estados Unidos.

De acuerdo con Ibarra hay otras máscaras de personajes «no muy queridos» como el presidente, Enrique Peña Nieto, y el magnate estadounidense, Donald Trump, convertido en villano por sus comentarios racistas hacia los mexicanos en la contienda presidencial republicana.

La ejecutiva señala que «definitivamente es una persona que ha hecho mucho daño», pero asegura que su disfraz es una crítica y burla a las autoridades y sistema político, debido a que son considerados «una vergüenza» por permitir la huida del capo por segunda ocasión.

La primera vez que Guzmán escapó de una cárcel fue en 2001 de la prisión de máxima de seguridad Puente Grande, en el estado de Jalisco. De donde presuntamente huyó escondido con la complicidad de agentes custodios. No obstante, tras su recaptura en 2014, «El Chapo» planeó su nueva fuga, a través de un túnel de 1.500 metros ante cámaras de seguridad y custodios el pasado 11 de julio.

NG

Con información de dpa.

Fotografía REUTERS/Henry Romero.