El trasporte de Estocolmo apuesta por combustible de desechos hídricos que produce biogás

El 36% de los autobuses de Estocolmo ha decidido despedirse de los combustibles tradicionales y apostar por el resguardo del medioambiente con unos modelos que utilizan un combustible hecho de derechos hídricos o aguas residuales.

Estocolmo cuenta con la planta Henriksdal en donde se produce la energía que moviliza una parte de los autobuses de la ciudad. Durante 15 o 20 días, las aguas residuales son clasificadas y vertidas en piletas para fermentarse y convertirse en el biogás que se inyecta en los tanques de los autobuses.

Andreas Carlsson, ingeniero de la planta, informó que más de 850.000 m3 de aguas residuales se pueden reciclar al año.

Por su parte Anne-Blandine Dassencourt, subdirectora de medio ambiente de la empresa Keolis, aseguró que a pesar de que el gas es un combustible fósil y emite carbono, las cantidades son mucho menores a las emitidas por los demás combustibles.

Suecia ha permitido la inyección directa de biogás en los tanques de los autobuses para remplazar el gas natural y reducir la producción gaseosa que promueve el efecto invernadero. Una propuesta inteligente y eficiente que ayuda al planeta.

YR

Con información de Buen Diario.