Es muy conocida por los vegetarianos, pero la verdad es que cualquiera podría comerla por su delicioso sabor. Y no sólo es un placer para el paladar: tu cuerpo también agradecerá que la consumas.
Puede prepararse de maneras distintas, pero la verdad es que, independientemente de cómo la sazones, tiene increíbles beneficios para el organismo. Entre ellos se encuentran:
- Contiene vitaminas B6, B1 y potasio, además de alto contenido de magnesio, manganeso y cobre.
- Es una excelente fuente de fibra y antioxidantes, especialmente nasunin, el cual neutraliza los radicales libres y protege los lípidos en las membranas de las células.
- Ayuda a expulsar el exceso de hierro en el cuerpo y está relacionada con la reducción del colesterol malo.
- Es recomendada para las personas con problemas de peso o diabetes tipo 2, ya que contiene poca grasa.
Al comprarla, el color debe ser brillante, uniforme e intenso. Escoge las berenjenas que se sientan firmes y pesadas según su tamaño, y que no tengan huequitos. Luego, guárdalas en la nevera, dentro de una bolsa plástica. No las cortes antes de guardarlas porque se dañan más rápido.
Para reducir su sabor amargo, pícalas según tu gusto y agrégales sal, dejándolas reposar así por 30 minutos. Una vez cumplido el tiempo, lávalas con agua para quitar la sal. Después de cocinadas, pueden durar hasta tres días refrigeradas.
Incluso, la berenjena también es un excelente alimento para perder peso. Si quieres conocer más información sobre este aspecto, haz clic aquí.
EC
Con información de agencias.
Fotografía Gettyimages.