Las imágenes de los ambientes rurales resultan más relajantes que las que se aprecian en la ciudad

El Sumario – Según investigadores de la Universidad de Exeter, una zona del cerebro vinculada con un estado de calma meditativa se activa cuando los individuos contemplan imágenes rurales. Esto no ocurre con los ambientes urbanos, explicó el profesor Ian Frampton: «Al mirar un ambiente urbano el cerebro tiene que hacer mucho procesamiento, debido a que no sabe qué es ese ambiente».

«El cerebro no tiene una respuesta inmediata natural, por lo que se pone a trabajar. Parte del cerebro al lidiar con la complejidad visual se activa como diciendo ‘¿Qué es lo que estoy viendo?’ Incluso si has vivido en una ciudad toda la vida, parece que tú cerebro no sabe realmente qué hacer con esa información y tiene que procesarla», declaró.

En otras palabras, los paisajes urbanos hacen que nuestro cerebro gaste energía y tenga que dirigir recursos que podrían utilizarse en otra cosas; las imágenes rurales «producen una respuesta mucho más quieta», aclararon los investigadores. Esta es una de las varias razones por las que el campo nos relaja y la ciudad nos estresa.

No obstante, el ser humano avanza de manera acelerada hacia las ciudades, concentrándose en grandes manchas urbanas. Datos de 2014 mostraban que 54% de la población, o 3.9 mil millones de personas, vivía en una ciudad, tendencia que ha sido proyectada a 6.4 mil millones para 2050. ¿Debería, entonces, hacerse esfuerzo para que las personas se muden a los campos? Quizá de este modo podrían subir los índices de felicidad y tolerancia en el mundo.

Samuel Bello

Con información de Pijamasurf.

Fotografía Gettyimages.