Lavar con agua caliente, con el tanque a medio llenar o utilizando el lavado rápido son los principales pecados al usar la lavadora ya que gastas más energía y, por ende, dinero. Dejar de lado estas costumbres ayudará a preservar el ambiente y tu bolsillo.

Regla #1: Los productos de lavado actuales rinde a una temperatura promedio de 30 grados, por lo que los lavados calientes (90 grados) valen la pena únicamente cuando alguien ha padecido alguna enfermedad contagiosa, comentan los especialistas. Además, las prendas que presenten manchas leves también quedarán limpias si se utiliza agua tibia.

Regla #2: Los lavados rápidos gastan más energía si se usa agua caliente, ya que la lavadora debe calentar el agua en menos tiempo. Algunas lavadoras ofrecen la opción de activar programas ecológicos, los cuales pueden demorar tres horas, pero valen la pena.

Regla #3: Cuanto más lleno el tanque de la lavadora, mejor. Este principio es particularmente válido al lavar materiales firmes como repasadores de cocina, toallas, pantalones o camisetas. En cambio, las prendas más delicadas precisan mayor espacio.

Regla #4: No ahorre en productos de lavado. Los buenos resultados se dan a partir de la combinación correcta de cantidad de ropa, producto de limpieza y programa escogido. Siempre es mejor atenerse a las indicaciones de los envases. Sin embargo, tenga cuidado: hay que tener en cuenta para qué tambores han sido formuladas las indicaciones. También es bueno tener en cuenta el tipo de agua que se utilizará. Las aguas con alto nivel de minerales requerirán más producto que las aguas blandas.

Regla #5: Separar las prendas, ya que los productos de lavado también deben ser aplicados según las telas. Algunos son para lana, otros para materiales de todo tipo. Además, es bueno separar la ropa según la temperatura que se va a aplicar. La seda y los jerseys deben ser lavados con un programa distinto al resto de las prendas.

Regla #6: Muchas prendas ya no deben ser lavadas a mano. Hoy en día existen programas especiales que finalmente resultan mucho más cuidadosos con las prendas que si se las lava a mano sin la precaución necesaria, y que además ahorran agua y energía.

AG

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.