El Sumario – Tras la incapacidad de emisión monetaria en Venezuela, iglesias en todo el país han recurrido a aceptar dinero plástico por parte de los fieles feligreses quienes, pese a la difícil situación, siguen ofreciendo sus ofrendas y diezmos en agradecimiento a Dios.

Antes de darles la bendición, el padre Alirio Suárez les recuerda a los fieles que, debido a la falta de moneda, pueden hacer sus donaciones por el punto de venta, como se conocen popularmente los datáfonos.

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Aunque existe un mandato cristiano de discreción, varios entran a la sacristía para pasar sus tarjetas de débito o crédito, debiendo revelar nombre, número de cédula y monto del diezmo.

Una realidad que no escapa de nadie, pues la persona que da sus ofrendas queda develada luego de la transacción bancaria.

El tarjetazo

Gladys Ángel, una feligrés que asiste a la iglesia todos los domingos, afirma que «el poco efectivo que consigo es para el pasaje (de autobús)», por lo que prefiere deslizar el plástico, antes que ofrecer el papel moneda.

El padre Suárez, de 53 años asegura que los domingos, cuando hay siete misas y concurren más feligreses, la iglesia de San Alfonso recolecta unos cuatro millones de bolívares en efectivo, poco menos de un dólar. Con eso «no te compras un kilo de carne», afirma. Los aportes con tarjeta triplican la cifra.

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El datáfono lo presta una fundación los fines de semana. «Si no fuese por el punto, estaríamos pasándola muy mal», admite Suárez, justificando que para muchos es imposible aportar con un salario mínimo de solo 1,5 dólares.

Por otra parte, a falta de dinero también se ha sumado la escasez de recursos como lo son: el pan y el vino, elementos que son importantes, ya que representa la comunión entre Dios y el hombre (la sangre y el cuerpo de cristo) y que generalmente se ofrece en la misa como eucaristía.

La escasez es tal que los billetes se venden en el mercado negro por el triple de su valor. Pese a toda la crisis que se vive actualmente, aún existe la buena voluntad de ayudar al prójimo, por lo que muchos han recurrido al ingenio para continuar con el ritual de ofrecer sus limosnas.

Elaine López / @ElaineNazza1

Con información de France 24

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