rafael dudamel y la vinotinto
venezuela vs argentina copa america

El Sumario – Cuando se organizó la Copa América del 2007, el país anfitrión, Venezuela, tenía una expectación no ajena al miedo: la Vinotinto nunca había pasado de ronda y se esperaba que en esa ocasión, siendo local, lo hiciera por primera vez. Lo contrario hubiese sido una decepción. La selección dirigida por Richard Páez, que de un día para otro le dijo al mundo que en Venezuela sí se jugaba fútbol, inició la cita con un agridulce empate ante Bolivia, pero lograría llegar a cuartos de final. La prueba había sido eximida.

Cuatro años más tarde, César Farías adquirió un crédito del que todavía vive: se convirtió en el primer entrenador en llevar a la Vinotinto a las semifinales de una Copa América. El escenario fue Argentina, equipo que esta vez mandó a casa a los criollos (4-1), de la mano de un Lionel Messi que se certifica como uno de los futbolistas más determinantes de la historia.

Aquella selección tenía sus cimientos en futbolistas hoy consolidados: Tomás Rincón sigue siendo el emblema y dueño de la Vinotinto, Oswaldo Vizcarrondo ocupa el centro de la defensa y Salomón Rondón ha sumado más prestigio internacional desde entonces. Pero ahora hay una camada de niños que respiraron el boom que significó la selección de Richard Páez. Jóvenes de menos de 25 años que crecieron con el “sí se puede” que popularizaron, entre otros futbolistas, Rafael Dudamel. Quien fuera uno de los arqueros del equipo de Richard, hoy es el entrenador que, por tercera vez en su historia, llevó a Venezuela a superar la fase de grupos de una Copa América. Los puntos se unen.

Argentina, una de las candidatas a ganar el torneo, sin ser un gran equipo demostró el talento de sus jugadores. Romero, Otamendi, Banega, Higuaín y Messi, encarrilaron el triunfo de la Albiceleste. Las deficiencias de Venezuela fueron aprovechadas por unos jugadores que quieren llevarse la medalla de oro. El futuro, no obstante, invita a los venezolanos a seguir teniendo fe.

Jóvenes que por bagaje no lo parecen pero que lo son, como Josef Martínez, Rómulo Otero, Alexander González, José Contreras, Wilker Ángel y Mikel Villanueva; niños que tocan la pelota con una calidad ajena a la mayor parte del fútbol venezolano, como Adalberto Peñaranda, Juanpi Añor, Wilker Faríñez y Yanhel Herrera, entre muchos otros que quedaron fuera de esta Copa, son los rostros nuevos del fútbol venezolano: una camada que si bien fue criada en la desorganización y precariedades de un país desactualizado, respiraron los aires motivacionales que les inspiraron figuras que hoy soy leyenda. Una de ellas fue su técnico, quien compartió vestuario con Juan Arango, el padre de la columna vertebral actual de la selección, jugadores que han aprendido a abrirse paso en ligas internacionales.

En otra época, los Adalberto Peñaranda y compañía hubiesen preferido jugar béisbol.

La reflexión es la de siempre: el éxito no debe cegar la realidad. Venezuela tiene una de las peores ligas del continente. Sus futbolistas siguen sin saber lo que es competir en equipos top y tener la exigencia constante de ganar; asimismo, arrastran deficiencias formativas producto de la mala educación futbolística que es la norma en el país. Que Venezuela gane sufriendo cada partido no es casualidad: está un escalón competitivo por debajo del resto de sus pares de Conmebol. La noticia es esa: solo un escalón por debajo de la media. ¿Qué falta para equipararse?

Más que desalentador, que lo es, el panorama debe verse como un canto al talento humano: el sudor de los jugadores que han defendido la franela de Venezuela en lo que va de siglo XXI, y los esfuerzos titánicos de los cuatro entrenadores que han pasado por la selección, han tenido como premio el hecho de que hoy se vea con respeto al país. Eso debería bastar para que los dirigentes nacionales empiecen a plantearse a una pregunta importante, y más ahora que la Federación está en una transición administrativa, ¿si con tantas limitaciones se han logrado triunfos notables, a qué se podrá aspirar cuando se empiece a trabajar de forma adecuada?

Los futbolistas y entrenadores venezolanos merecen más herramientas de trabajo.

Samuel Bello

Fotografía Bill Streicher-USA TODAY Sports.