Este martes, a las 4:30 de la tarde, la Vinotinto chocará, de local, frente a la selección de Ecuador. El equipo dirigido por Gustavo Quinteros ha sido el único de la Eliminatoria de Sudamérica en sumar nueve puntos de nueve posibles: ha sido, hasta ahora, la selección más sólida y la que mejores sensaciones ha dejado tras de sí.

Venezuela, por su parte, ha tenido un arranque difícil, que ha roto, de forma negativa, la mayoría de los pronósticos nacionales de cara a la Eliminatoria: tres derrotas en igual número de partidos. Si bien ahora el ánimo en el entorno se siente pesado, negativo, el equipo dirigido por Noel Sanvicente tendrá la oportunidad, altamente difícil de aprovechar, de revitalizar sus aspiraciones mundialistas, si logra vencer a Ecuador.

El panorama luce complicado, más aún si se tiene en cuenta la baja de Luisma Seijas, suspendido tras recibir roja directa en La Paz. Sin embargo, y como un rayo de esperanza que no se tuvo en los compromisos anteriores, esta vez la estadística global está a favor. Con Venezuela fungiendo de local, 12 veces se han enfrentado. El saldo es de ocho victorias, dos empates y dos derrotas. Si nada más se tiene en cuenta los partidos de Eliminatoria, se contabilizan cuatro victorias, dos empates y una derrota.

Lo que no te mata te hace más fuerte, dice un axioma. La frase, hoy día, es el salvavidas de la Vinotinto: luego de la dinámica negativa en la que se ha sumido, parece necesario que los jugadores adquieran el temple necesario para competir y corregir, principalmente, la llamativa cantidad de errores individuales que se han cometido. Los recursos futbolísticos para realizar mejores presentaciones existen en el seno de la selección; por ende, se asume que, más allá de los marcadores obtenidos, los problemas de la Vinotinto han respondido a asuntos competitivos –dígase de concentración, manejo de la presión, ritmo de juego de cada futbolista, etcétera– más a que fallas en los planteamiento y en la asimilación del modelo de juego.

El cotejo planteará un punto de corte en Venezuela. O se consigue una victoria que apacigüe el entorno, o se sufre otra derrota que podría significar cambios importantes en la forma de encarar los venideros compromisos. En la Eliminatoria hacia Sudáfrica 2010, César Farías enfrentó un panorama similar: tras debutar con empate frente a Uruguay, cayó derrotado ante Chile, Perú, Paraguay y Brasil; posteriormente, al igual que ahora, le tocó recibir a Ecuador. Ese día la Vinotinto se impuso con marcador de 3-1 y César Farías pudo continuar su proyecto hasta el 2014. Un proyecto que, entre otros logros, contó con el cuarto puesto en la Copa América Argentina 2011.

En el fútbol siempre hay momentos definitorios. Partidos que, más allá de los recursos del equipo en cuestión, marcan de forma emocional a los conjuntos y los encarrilan a mejores o peores situaciones. Este martes 17 de noviembre, Noel Sanvicente saldrá a dirigir el mismo partido que dirigió su antecesor siete años atrás. Incluso, con un equipo más sólido. Para la Vinotinto de Chita, teniendo en cuenta las aspiraciones mundialistas que se impusieron, ya llegó la hora de ganar.

LS

Fotografía REUTERS/David Mercado.