Vincent, es un gato que nació sin sus piernas traseras y fue abandonado desde ese momento pero gracias al refugio de animales de Iowa y a la Universidad de Iowa su vida cambio totalmente.

La cirujana ortopédica veterinario de la institución, Mary Sarah Berg,  se mostró interesada en el caso de este felino y le práctico una complicada cirugía que consistió en colocar dos implantes de titanio en el lugar en el que deberían estar las extremidades de Vincent. Cada una de estas “prótesis” fueron atornilladas en el fémur del pequeño gato logrando que con estas «nuevas patas» pudiera caminar como cualquier otro felino.

Según la doctora Berg, estas nuevas patitas se irán adaptando poco a poco a la longitud de las extremidades delanteras del pequeño Vincent para que poco a poco se adapte y pueda saltar y jugar como cualquier otro felino.

Katriz Luna

Información de Mascotas.Facilisimos.