Friends and beer. Four young cheerful people cheering with beer and smiling while sitting at the bean bags on the roof of the building

Las venezolanas Ikavy Perera y Adriana Cabello residenciados en Madrid tuvieron, hace dos años, la idea de unir al mundo a través de un símbolo que celebrara los buenos momentos, escogieron la cerveza para invitar a un brindis mundial donde las personas cuenten un poco de las vivencias del país de donde provienen.

Inicialmente comenzó como una tesis para un máster en guionismo de cine y ahora es una realidad que permite converjan distintos idiomas y culturas en función a una sola cosa, la cerveza. El proyecto ya reúne 130 nacionalidades que han expuesto los aspectos culturales más sorprendentes de las naciones.

Lo que fue un trabajo académico ahora es Beeman, un colectivo dirigido por las jóvenes y los también venezolanos Christian Azuaje y Franklin Pirela, que solo tiene un objetivo en la mira, impulsar “la antropología cervecera”. Un  amigo casual que celebra los éxitos, las ocasiones especiales y más. El producto más universal de la tierra adaptado a un sinfín de culturas y tradiciones.

Los jóvenes conciben este proyecto como una oportunidad para luchar contra la xenofobia mostrando como las distintas culturas se entremezclan sin ningún problema a través de algo tan simple como una brindis y un compartir. Han logrado comprobar que personas de toda índole y clases sociales se despejan con un trago.

Los criollos han tenido tanto éxito que ya están trabajando en dos nuevos proyectos, uno para revivir lo vivido en Madrid esta vez en el norte de Europa  donde la cerveza es un rito arraigado. El otro para filmar un documental sobre la influencia del trago en su historia. Beeman espera convertirse próximamente en un libro que contará la experiencia de 130 extraños de todo el mundo que dejaron las barreras atrás para compartir un brindis.

YR

Con información del Diario de Caracas.

Fotografia de Gettyimages.