2016 Rio Olympics - Athletics - Final - Men's 4 x 100m Relay Final - Olympic Stadium - Rio de Janeiro, Brazil - 19/08/2016. Usain Bolt (JAM) of Jamaica celebrates after the team won the race REUTERS/David Gray TPX IMAGES OF THE DAY FOR EDITORIAL USE ONLY. NOT FOR SALE FOR MARKETING OR ADVERTISING CAMPAIGNS.

El Sumario – Tres ciclos olímpicos, tres competencias por justa, oro en cada una de ellas, nueves preseas en total, 11 controles de dopaje superados sin titubear y 15 años como leyenda del atletismo se leen en la historia de Usain Bolt, por década y media conocido como “el hombre más veloz de la tierra”.

Nacido en Jamaica, hace 30 años, inició a correr para hacerle frente a una desviación de la columna que amenazaba su juventud pero no impidió que a los 15 años se convirtiese en el campeón júnior del mundo más joven de la historia en 200 metros. Se citaba años más tardes con los Juegos Olímpicos de Pekín para iniciar una historia que será eternamente recordada.

Pekin 2008: Nace un velocista de otro planeta

Con una aparente facilidad fue campeón en la carrera de los 100 (9,69 segundos), 200 y 4×100 metros de la justa, conquistando tres récords mundiales que comenzaron a hilar la leyenda del velocista más completo de la historia del atletismo.

Incluso le arrebató el récord a su ídolo Michael Johnson que en los 200 metros de Atlanta 1996 paró el cronometro en 19,32 segundos, dos centésimas más que el jamaiquino. Y en la carrera de relevó se aseguró, además, de detener el reloj en 37,10 segundos para dejar atrás lo hecho por EE.UU. en el Mundial de Stuttgart 1993 cuando parecieron volar para imponer un récord mundial de 37,40 segundos.

Emulaba lo hecho por los históricos velocistas Jesse Owens (1936 y 1940) y a Carl Lewis (Los Ángeles ’84) y se anunciaban como una de las grandes promesas para Londres 2012. Pero en el ciclo olímpico previo a la justa europea más proezas aguardaban en su destino.

En agosto de 2009, en el mundial de Berlín, el jamaicano rebajó las marcas mundiales en los 100 y 200 metros planos hasta los 9,58 y 19,19 segundos, respectivamente. La historia no pudo repetirse en 2011 en los Mundiales de Corea del Sur, donde fue descalificado en los 100 metros por una salida en falso.  Aquel amargo trago no le impidió alzarse con la victoria en los 200 metros y en los relevos 4×100.

Londres 2012: Hacer posible lo imposible

Por fin en Londres, listo para su segunda justa olímpica, corrió sus mejores 100 metros planos en 9,63 segundos, mejorando su récord de debut en Pekín 2008. Igualaba el récord de Carl Lewis, único atleta de la historia que había conseguido dos oros (Los Ángeles 1984 y Seúl 1988) en la prueba reina del atletismo.

Repetir la hazaña de Pekin era un sueño, quizás hasta una ilusión, pero aquello pronto se convirtió en una sólida realidad. Se coronó en los 200 metros lisos para convertirse en el primer atleta ganador en ediciones sucesivas las dos carreras de la máxima velocidad y prosiguió con el relevo deteniendo el cronometro en una nueva plusmarca mundial de 36,84 segundos.

Con 25 años se hablaba de un hombre que inició a correr para mejorar una afección física y había llegado a dos Juegos Olimpicos para participar en tres carreras donde nadie puedo arrebatarle el oro. Era incierto su futuro pues el mismo selló el rumor de su retiro, “será muy complicado porque hay mucha gente joven que viene muy fuerte», sentenció el velocista.

Río 2016: La entrada al Olimpo

Durante la preparación previa  se impuso en el Mundial de Atletismo de Moscú 2013 coronando, como ya era tradición, en los 100 y 200 metros planos, sin dejar por fuera los 400 en relevo con el equipo jamaicano. Dos años más tardes repetiría la hazaña en el Mundial de Pekín.

Problemas musculares, una dolencia en su pierna izquierda y la lesión de los isquiotibiales  fueron los antecedentes con los que llegaba a la justa de Sudamérica. El astro de 29 años incluso aseguró que se trataba de su última cita olímpica pues su cuerpo ya no respondía de la misma manera. Habría que llegar al asfalto de la pista para comprobar que ni así existía competencia para el más veloz de la tierra.

El pasado domingo 14 de agosto cruzó, una vez más, sin competencia alguna la meta de los 100 metros planos. Brasil se rindió a sus pies. Nadie dudó que el jueves se coronaría rey de los 200 metros y, por supuesto, cada medio, cada especialista y todos los amantes del atletismo presentían su victoria en los 4×100 de este viernes.

Los representantes de Jamaica partieron de últimos en cada una de sus entregas hasta que el turno le llegó a la leyenda del deporte, en ese momento desaparecieron los contrincantes y el estadio en pleno fue testigo de cómo el hombre de aquella pequeña y no muy enriquecida isla se trasformaba en uno de los más grandes de la historia mundial.

Tras proclamarse Dios del Olimpo deportivo afirmó que no tiene más nada que probarle al mundo y que espera “estar entre Muhammad Ali y Pelé”, como las grandes leyendas de aquello que une a todos los continentes y que sin necesidad de diccionarios pone al mundo a hablar un mismo idioma.

El hombre que llevó la bandera de Jamaica a lo más alto del pódium olímpico y sumó tantas medallas doradas como letras hay en su nombre de pila parece decir adiós dejando abierta la inquietud…

¿Habrá quien pueda superarle?

Yelimar Requena

Fotografía REUTERS/David Gray.