Los chips NFC pueden tener cualquier forma y programarse a gusto del consumidor (DPA/Inga Kjer)

Muchos smartphones llevan un chip NFC invisible que permite numerosas funciones, pero que en general siguen siendo desconocidas para la mayoría.

El NFC se basa en una tecnología denominada Radio Frequency Identification (RFID), que fue patentada ya a principios de los años 80.

El sistema NFC funciona a muy corta distancia sin necesidad de contacto, por ejemplo entre un smartphone que incluya esta tecnología y las etiquetas NFC, que son etiquetas ultradelgadas en las que hay almacenada información. También incluyen ya esta función muchas tarjetas de débito o crédito.

Con aplicaciones como NFC ReTag y Trigger (ambas para Android) o Nokia NFC Writer (Windows Phone), se pueden crear etiquetas NFC propias o programarlas para que generen ciertas acciones cuando uno pasa cerca con el smartphone. Por ejemplo, una etiqueta colocada en la mesilla de noche puede activar el despertador y poner a la vez el teléfono en modo avión.

Los costes de una etiqueta de este tipo van desde unos centavos a algo más de un dólar. Otro uso cada vez mayor es como forma de pago, incluso en compañías telefónicas como Vodafone, que ofrece en Europa una billetera digital llamada «Wallet».

De hecho, los usuarios cuyo celular no lleve incorporada esta tecnología pueden usar una etiqueta NFC pegada en el teléfono.

EC

Con información de dpa.

Los chips NFC pueden tener cualquier forma y programarse a gusto del consumidor (DPA/Inga Kjer)
Los chips NFC pueden tener cualquier forma y programarse a gusto del consumidor (dpa/Inga Kjer)