El Sumario – El séptimo arte tiene la capacidad de llevar a la pantalla grande temas y situaciones que en la cotidianidad nos podrían resultar difíciles de abordar.
No obstante, el ingenio y la creatividad de Roberto Manrique y Leonard Zelig se fusionaron en Translúcido, un filme que gira en torno a Rubén, un hombre que es diagnosticado con cáncer terminal y que a partir de ese momento deberá tomar la decisión de cómo vivir el tiempo que le queda para alcanzar una muerte “satisfactoria”.
La visión de Rubén
El actor ecuatoriano Roberto Manrique fue quien encarnó a Rubén y sumado a ello, debutó como Productor Ejecutivo del largometraje. Para él, lo que más le gustó del personaje protagónico “fue su visión de la muerte”.
Manrique, cuenta que le pareció fascinante la capacidad que tiene Rubén «para entender que la muerte es parte de la vida” al mismo tiempo que tiene la valentía para verla a los ojos y asimilarla como un hecho al que no le podemos temer.
El actor cuenta que la película fue 100% improvisada, «el guion era una escaleta de 7 páginas que describía brevemente qué sucedería en cada escenas, pero no definía los parlamentos que decíamos. Todos los parlamentos fueron productos de la improvisación. Por ello tenía que estar empapado de todas las posibilidades de interpretación que salían en cada escena».
Asimismo, destacó que para poder representar a Rubén tuvo que afrontar una preparación especial dado que “implicaba muchos retos nuevos” que lo llevaron a evaluar la psicología del personaje, las escenas, qué implicaba la decisión que tomó el personaje, así como las posibilidades que descartó.
Manrique, aseguró que la cinta se filmó en 11 días de los cuales 9 fueron en la misma locación y los otros dos, en sus alrededores. «A lo largo de aquel tiempo viví en el apartamento donde de filmó la película, totalmente entregado al mundo de Rubén», expresó el actor oriundo de Ecuador.
Un canto a la vida
Asimismo, el encargado de dar vida a Rubén señala que con su personaje busca transmitir “más un canto a la vida que una oda a la muerte”, dado que para él lo primordial es entender que “todo sucede aquí y ahora”, por lo que su deseo es “inspirar a vivir”.
Un co-creación armoniosa
Para Roberto Manrique trabajar con el director venezolano Leonard Zelig fue “maravilloso”. El actor comentó que entre ellos existe “una afinidad especial en cuanto al propósito de nuestros proyectos” ya que ambos comparten la idea de que a través de un filme se puede ayudar a transformar el mundo de manera positiva.
Asimismo, entre Roberto y Zeling el proceso creativo es “muy a fin” por la libertad que hay desde la co-creación, para sumar fuerzas y presentar un trabajo final digno de admiración para el espectador.
Es Hermoso cuando tus proyectos provocan que la gente se sume/Pero cuando además necesitas que empresas lo hagan y estas responden desde su lado más humano sabes que trabajas con la gente correcta
Gracias @claroecuador #ClaroSeUneParaLograr #UnGoyaParaEcuador @translucidofilm pic.twitter.com/2PwYiV7SSx— Roberto Manrique (@RobertoManrique) 6 de diciembre de 2017
Un debut por la puerta grande
Este largometraje sirvió para que Manrique debutara como Productor Ejecutivo y con ello, se sumergiera en aguas desconocidas que van más allá de la interpretación actoral.
Manrique, cuenta que esto “ha sido un gran reto y una gran experiencia” que le ha servido para descubrir algo que le encanta, dado que le permite proponer temas y diálogos que en otra posición se escapa de su dominio.
Sin duda alguna, este nuevo rol “ha sido muy chévere” para el actor, por lo que se siente “muy agradecido con todo el proceso que implicó” y ahora está bastante conectado con la idea de seguir navegando esta posibilidad creativa.
Este filme de éxito internacional, se estrenará el próximo 04 de mayo en las salas de cine venezolanas y próximamente estará siendo distribuido para su proyección en Estados Unidos y Europa.
Bárbara Méndez / @barbie_zml
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