La única teleportación de hoy en día es la cuántica, que cada vez transporta partículas a mayores distancias. Se rige por el teorema de no clonación

La mecánica cuántica nos permite teletransportar el estado cuántico de unas partículas determinadas a otras partículas diferentes que se encuentran a una cierta distancia, en otras palabras: se transmite la información, pero no la materia. Las distancias alcanzadas son cada vez mayores, siendo la última de 143 kilómetros. Si se pudiera lograr algo parecido con las personas, tendríamos el teletransportador de Star Trek, aunque al usarla tal vez se correrían algunos riesgos.

En resumen, el video explica que si cada ser humano es un grupo de átomos, y que toda su información es medible y extraíble —incluso su conciencia— podríamos transportarlo a otro lugar. Sin embargo, las partículas del lugar de destino formarán un nuevo «tú» con la misma conciencia, pero el primer «tú» y tu conciencia original se habrán muerto con las partículas del lugar de origen en el momento en que te teletransportas. El teletransportador de Star Trek es una cabina de suicidio.

En Star Trek, el teletransporte es un modo seguro y rápido de viajar por el universo; en el mundo real plantearía un problema metafísico terrorífico porque solo podemos estar seguro de nuestra existencia por medio de la conciencia. Cuando la interrumpimos no sabemos si estamos vivos o muertos. ¿Cómo podemos estar seguros de que somos la misma persona después de teletransportarnos?

Amanda Gómez

Con información de Gizmodo.