El culpable inequívoco de que usted nos este leyendo en este preciso momento, nació en el sudoeste de Londres en 1955. Sus padres eran matemáticos y formaron parte del equipo que construyó el emblemático Manchester Mark I (una de las primeras computadoras).
Durante el tiempo que estuvo en la universidad, construyó una computadora con una soldadora, circuitos TTL, un procesador Motorola 68000 y un televisor viejo. Se graduó en física en 1976 en el Queen’s College de la Universidad de Oxford. Conoció a su primera esposa en este periodo. En 1978, trabajó en D.G. Nash Limited (también en Poole) donde escribió un sistema operativo.
Antes de 1990, Internet no era este inmenso espacio que podemos cruzar en una dirección y otra en cuestión de segundos con sólo pulsar un enlace; más bien se parecía a un archipiélago de miles de islas inconexas.
No existían los buscadores, no se podía integrar imágenes y textos con facilidad en la pantalla, y pretender obtener la información que nos interesaba no era muy distinto de encontrar la proverbial aguja en el pajar.
Entra Tim Berners-Lee -un científico británico del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN)- decidido a desarrollar un método eficiente y rápido para intercambiar datos entre la comunidad científica.
Para ello, combinó dos tecnologías ya existentes (el hipertexto y el protocolo de comunicaciones de Internet), creando un nuevo modelo de acceso a la información intuitivo e igualitario. Las famosas tres W han hecho posible que aprender a utilizar la Red sea algo al alcance de cualquiera.
Actualmente, Tim Berners-Lee está al frente del World Wide Web Consortium, la organización que coordina estándares y añade nuevas funcionalidades a la Web. Por encima de todo, sigue promoviendo su visión de la www como una fuerza que incentive el cambio social y la creatividad del individuo.
La revista Time lo escogió como una de las 100 personalidades más importantes del siglo XX.
KYL
Con información de El Mundo.
