La principal herramienta de los osteópatas son sus manos, que les permiten detectar y tratar trastornos funcionales. Ellos observan el cuerpo como un todo. Intentan desbloquear trabas, reubicar aquello que está obstaculizando el funcionamiento correcto del físico y activar los procesos de autosanación del cuerpo, tratando la causa del problema y no los síntomas.
La idea de base es que el sistema motriz, el cráneo y la médula, al igual que los órganos internos, están interconectados a través de tejidos conectivos muy resistentes llamados fascias. Las suaves presiones y maniobras de los especialistas se proponen desbloquear esas conexiones cuando lo requieran.
«Palpamos y sentimos, observamos todo el cuerpo», explica el presidente de la Asociación de Osteópatas del sur de Alemania, Georg Schöner. Prácticamente nunca se aplican herramientas externas. Si bien los osteópatas pueden evaluar una resonancia magnética, «las imágenes suelen ser parciales, con lo que no nos resultan suficiente».
Quienes tienen una postura crítica hacia este tipo de terapia señalan que la osteopatía no cuenta con un verdadero fundamento científico y que además parte de la base de que todas las enfermedades pueden ser tratadas de un modo manual.
Sin embargo, la osteopatía ha crecido en varios lugares del mundo. Son cada vez más las personas que recurren a estos especialistas, a veces incluso en reemplazo del fisioterapeuta. Sin embargo, las coberturas médicas no reconocen en todas partes este tipo de tratamiento, por lo que muchas veces los afectados deben recurrir a su propio bolsillo si eligen este tratamiento.
Esta terapia también puede servir como complemento de otro tipo de tratamientos. Y los mismos osteópatas saben reconocer sus limitaciones: las heridas severas, las fracturas o incluso padecimientos psíquicos son derivados a otros profesionales.
Esta puede ser una opción para sanar tus dolencias, si estás dispuesto a experimentar con ella. Todo depende de tus creencias. Si lo haces, asegúrate de ir a un osteópata certificado. Si tienes dudas, consulta a tu médico de cabecera y quizás este podría ser un complemento de tu tratamiento principal.
EC
Con información de dpa.
Fotografía Gettyimages.
