El agua es vital para la vida del ser humano. Por eso la ingesta constante y correcta de este preciado líquido es importante para mantenernos saludables. Cuando estamos deshidratados, no solo sentimos sed, sino que pueden presentarse debilidad, dolores de cabeza, calambres, fatiga, mareos y falta de concentración.
Por lo general, las personas asocian la ingesta de agua solo con regímenes alimenticios para perder peso, o para realizar actividades deportivas. Sin embargo, aún estando en reposo, el cuerpo requiere hidratación.
La recomendación es crear el hábito de tomar al menos 8 vasos de agua al día. ¿Te lo has propuesto y no has podido lograrlo? No te preocupes, ocúpate. Con estos consejos lograrás el cometido.
- Toma un vaso al despertarte o despúes de cepillarte los dientes. Si crees que puedes olvidarlo, deja la noche anterior el vaso con agua, tapado, en tu mesa de noche.
- Toma agua entre las comidas principales. Podría ser el acompañante de tus dos meriendas diarias, y es el motivo perfecto para mantenerte hidratado y con el metabolismo activo.
- Fija horarios y cantidades. Si te cuesta, comienza por envases pequeños y ve aumentando la meta a medida que avancen los días.
- Si el problema es que no te gusta su «sabor», agrégale gotas de limón, trozos de fruta o prepara té para hacerla más agradable.
- Aumenta la ingesta cuando hagas ejercicio. La pérdida de líquido es mayor cuando estamos activos.
- Si tu memoria falla, coloca alarmas en tu teléfono o usa aplicaciones como HidrateMe que son dedicadas a los recordatorios para beber agua.
Cuidado con el exceso
La ingesta total diaria de líquido que debería tener una persona depende de su peso, condición de salud y nivel de actividad física. La recomendación general es beber 8 vasos al día, pero la cifra podría variar dependiendo de qué tan activos somos. Por eso es importante seguir las recomendaciones del médico para evitar que algo vital se convierta en un problema.
EC
Con información de El Nacional.
Fotografía Gettyimages.
