La interleucina-37 disminuiría la respuesta inflamatoria, culpable del déficit motor de los pacientes, y contribuiría a mejorar la movilidad

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año entre 250 mil y 500 mil personas sufren de lesión medular, en su mayoría a causa de accidentes de tránsito o actos de violencia, la cual puede producir la pérdida parcial o completa de la sensibilidad o del control motor en brazos o piernas e incluso en todo el cuerpo.

Durante los últimos años, estudios han demostrado que la respuesta inflamatoria que se desarrolla después de la lesión contribuye a la degeneración de estas vías espinales, incrementando los déficits funcionales generados por la lesión. Sin embargo, los ensayos clínicos utilizando fármacos antiinflamatorios, como la metilprednisolona, ​​no han mostrado eficacia.

Pero un trabajo publicado en la versión web de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences trae nuevas esperanzas al revelar que la interleucina-37 (IL-37) suprime la respuesta inflamatoria y, por lo tanto, minimiza la degeneración del tejido medular y las discapacidades funcionales.

El equipo internacional de científicos coordinado por Rubén López, investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Neurodegenerativas, trabajó con ratones modificados genéticamente –pues no sintetizan la IL-37– y logró demostrar que al administrar esta proteína inmediatamente después de la lesión los roedores recuperaban cierto grado de movilidad.

De acuerdo con los investigadores, el hallazgo supone una nueva estrategia de tratamiento para los pacientes de lesiones medulares agudas y de enfermedades neurodegenerativas, ya que la respuesta inflamatoria juega un papel clave en el transcurso de estas patologías.

Amanda Gómez