Lo básico para evitar los efectos de la suciedad en el rostro es limpiarlo, protegerlo y purificarlo

La contaminación no solo afecta a nuestra salud, también tiene consecuencias nefastas para nuestra piel. Los poros se tapan y al tener menos oxígeno, la piel se vuelve menos elástica, se deshidrata rápidamente, pierde luminosidad y puede sufrir irritaciones, alergias y a la larga envejecimiento prematuro.

Generalmente la piel se ensucia mucho más cuando vives en una gran ciudad que cuando estás de vacaciones en el mar o en el campo. Tatel Velásquez, experta de belleza de Wahanda, web  de belleza online líder en Europa, afirma que «los efectos más visibles de la contaminación en nuestra piel son la falta de homogeneidad en el tono y también tiene efectos mucho más profundos como la irritación e inflamación de nuestro rostro, dejándolo más vulnerable a las agresiones externas.

No existen fórmulas para proteger nuestra piel de la contaminación ni de los daños que ésta produce pero podemos cuidarnos para que nuestra piel se conserve luminosa, saludable y más joven por más tiempo.

  1. Limpiar: es lo más importante para una piel cuidada. Al llegar a casa hay que limpiarse la cara con un producto adecuado a cada tipo de piel. La limpieza o desmaquillado debe realizarse a diario mañana y noche.
  2. Proteger: aplicar una crema antes de salir de casa, aunque después vayas a maquillarte, es vital. Lo básico es que el producto que elijas incluya filtros contra los rayos UVA/UVB.
  3. Purificar: es necesario depurar la piel a través de exfoliaciónes y mascarillas para una limpieza en profundidad una vez a la semana (hasta dos en caso de pieles grasas).

AW

Con información de Mujer Hoy.

Fotografía Gettyimages.