Al despertar nuestro organismo lleva más de 8 horas sin ingerir alimentos, es muy importante tener un desayuno variado y generoso que nos ayude a empezar el día.

Un desayuno perfecto debe tener:

  • Cereales: Aportan carbohidratos, lo que le permite a tu organismo mantener un nivel de energía estable durante más tiempo.
  • Lácteos: Son ricos en calcio, vitaminas A y D. La leche, los quesos, los yogures y la cuajada son algunos de los productos ideales para el desayuno.
  • Embutidos bajos en grasa: El jamón cocido, el pavo, el jamón serrano o el embutido de pollo son algunos de los productos que tiene que incluir todo buen desayuno.
  • Frutas: Enriquecen el organismo con vitaminas, minerales y azúcares, una pieza de fruta fresca o su zumo natural son estupendos para dar al cuerpo la energía inmediata con la que afrontar el resto del día.
  • Grasa de complemento: El aceite de oliva es uno de los productos clave sobre los que se sustenta la dieta mediterránea.

Por otro lado, cuando se realizan ejercicios por la mañana, es recomendable tener un desayuno compensado 2 horas antes, este debe contener cereales de granos enteros así como pan negro, frutas y leche.

PAB

Con información de Informe21.

Fotografía de Gettyimages.