El Sumario – Los amantes de la lectura se sienten atraídos por el aroma de libros viejos, ya que éste les hace rememorar el placer de leer y el deleite de sumergirse durante horas en una fascinante historia. No obstante, el origen de esta fragancia no es bueno para los libros y ello se debe a que esta esencia es el resultado de la aparición de los compuestos orgánicos volátiles (VOCs por sus siglas en inglés).

Los expertos han determinado que el característico olor de los libros viejos es captado por nuestros sentido cuando los compuestos orgánicos volátiles entran en contacto con el aire.

Un grupo de científicos eslovenos y británicos, empleó la técnica de degradómica material y logró identificar 15 de las moléculas volátiles que aparecen a causa del proceso de degradación de la celulosa. La determinación de estas partículas servirá para ayudar a las bibliotecas a tomar medidas preventivas para evitar el deterioro de los libros que componen sus colecciones.

No obstante, este estudio no sólo resultaría beneficioso para evitar la aparición de moléculas orgánicas volátiles en las obras literarias, también es positivo para los museos que se encargan de preservar piezas compuestas por papel.

Bárbara Méndez / @barbie_zml

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