Sin duda, los escombros en el espacio representan una amenaza potencial para los astronautas y satélites. Desde hace varios años, científicos han trabajado para buscarle solución a este problema. No obstante, la empresa Astroscale parece haber encontrado la solución: pegamento.

Puede resultar insólito para algunos, pero la empresa, con sede en Singapur, planifica enviar el fijador al espacio a bordo de un satélite de dos partes y el lanzamiento de su prototipo está programado para el 2017.

De acuerdo a la información aportada por la NASA, más de 500 mil piezas de desechos más grandes que una metra, unas 20 mil de ellas más grandes que una pelota de softbol, están dándole vueltas a la Tierra. También hay millones más pequeñas que actualmente no pueden ser rastreadas.

La misión ADRAS-1 de Astroscale está diseñada para «poner en orden» el espacio, limpiando piezas de basura que van desde medianas hasta grandes por medio del uso de un satélite de dos partes, el cual fue fabricado a partir de un transportador apodado «Mother» (Madre) y un receptor llamado «Boy» (Chico), metido dentro del mismo.

«‘Boy’ se mantiene dentro de ‘Mother’ hasta el momento correcto», explica Yasu Yamazaki, director de marketing de Astroscale.

«La nave nodriza decide dónde necesita estar, busca los escombros y va dando vueltas y vueltas alrededor de ellos, y decide cuándo desplegar el ‘Boy’, el cual se pega al escombro y utiliza su propulsor de combustible sólido para reducir su velocidad, obligándolo a caer en la atmósfera, en donde se quema».

La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) regularmente tiene que reposicionarse y colocarse lejos del camino por el que pasan los desechos espaciales potencialmente peligrosos.

En 2012, una pieza de desechos del satélite ruso Cosmos, pasó lo suficientemente cerca de la ISS, al grado que se le ordenó a la tripulación que se introdujera en cápsulas de escape como precaución.

DS

Con información de CNN Español.

Fotografía Gettyimages.