El Sumario – Para muchos, la figura paterna es sinónimo de mejor amigo, protección, compañía y aunque en algunos casos no está presente, también es cierto que hay miles de padres que diariamente hacen grandes esfuerzos para ofrecer lo mejor de sí mismo a hijos que aman más que a su propia vida. Y para honrarlos, este domingo 18 de junio, se celebra el Día del Padre, en Venezuela.

En este sentido, es oportuno conocer de su propia boca, las experiencias que acumulan desde que tienen a su cargo a su descendencia.

“Tengo 5, dicen que tengo 8 pero quiero una docena”

Pedro Luna, es un padre venezolano con orígenes colombianos que desde los 19 años y hasta sus actuales “cuatro décadas” ha criado a 5 hijos.

“Yo amo a mis hijos desde que los hice” relata Pedro quien se dedica a la post producción de videos desde hace varios años. Al preguntarle qué sintió al tener a su primer hijo, Samuel Alejandro, explicando que “es un sentimiento muy bonito”.

La historia de Pedro y sus hijos es muy peculiar pues biológicamente tiene 4 hijos, ha criado a 5 y muchos creen que tiene 8.

Su paternidad inició cuando tenía 19 años con la llegada de Samuel Alejandro, quien actualmente tiene la misma edad que él cuando lo tuvo en sus brazos; luego llegó a su vida Mosiah Habraham de 16 años y por último Sarah Alexandra, todos nacidos durante el primer matrimonio de Pedro. Luego, con su segundo matrimonio llegó Jeilyn Hecnais de 19 años quien a pesar de no ser su hija biológica, creció con “Pedrito”. Después, hace apenas 6 años nació Fernanda Valentina, la menor del “Clan Luna”.

Sus hermanos, son conocidos como los otros 3 hijos que completan un grupo de 8, pues un día en su oficina, todos le dijeron “papá” y desde ese momento muchos asumen que Pedro tiene casi un equipo de béisbol.

Pedro junto a sus 5 hijos biológicos

Pedro, describe como una “experiencia fascinante” haber criado a todos sus hijos y que todos lo consideran un amigo y para él, ese es el mejor regalo.

En cuanto al bolsillo, Pedro relató que un día un líder religioso le dijo que cada niño viene con su arepa bajo el brazo; «desde ese día supe que solo hay que luchar por el relleno y se dedica a eso; sin embargo, expresó que lo “difícil” es cuando los “chamos” quieren una “arepa mix, de calamar o camarones” pero cuando solo la quieren con queso, es más sencillo mantenerlos contentos».

Pedro aseguró que su sueño desde siempre es tener una docena de hijos, específicamente doce varones. “Mi meta eran 12 varones y las niñas que fueran llegando serían igual amadas”; sin embargo, destacó que su sueño se freno debido a la situación económica. “Cuento a los otros tres para creer que casi llego a la meta y así solo me faltan 4”, expresó Pedro.

Por último, “Pedrito” aseguró que todos los días enseña a sus hijos a luchar por lo que quieren y a “hacer las cosas lo más parecida a lo que Dios y Jesucristo quieren que las hagamos”. Destacó que padre es el que se dedica a sus hijos, el que los ama y siempre está allí para ayudarlos, para apoyarlos y para amarlos.

Un papá a distancia, pero siempre papá

Para muchos venezolanos, una de las primeras opciones antes la situación es salir del país para buscar un mejor futuro. En el caso de Marco Montaño, su llegada a Maiquetía fue por alguien más, su hijo Aarón.

Marco, es un joven de 23 años que hace un año llegó a la ciudad de Rotterdam, Holanda, en busca de los recursos necesarios para que su bebé, quien estaba próximo a nacer, tuviera lo necesario.

“Cuando me enteré que mi pareja estaba embarazada fue una sorpresa, no estaba en los planes ser papá. Mis planes eran irme del país pero no bajo estas circunstancias”, expresó Marco quien salió del país cuando la mamá de pequeño Aarón aún estaba en estado.

Actualmente Aaron tiene 10 meses y Marco espera llevarlo a Holanda con él

Marco, asegura que fue una decisión difícil ya que ni siquiera pudo estar para el momento de su nacimiento. Asimismo, relató que sin duda experimenta sentimientos de tristeza y culpabilidad por no estar presente durante el crecimiento de su bebé pero se trata de un sacrificio para tener el dinero necesario y llevarlo a Holanda con él.

“Yo vi a mi bebé cuando él tenía 6 meses, fue cuando volví a Venezuela a poner en orden unos papeles sobre la nacionalidad española que yo tengo para poder traerlo conmigo”, contó Marco.

Como a muchos, la tecnología es aliada clave para que Marco se mantenga en contacto con su bebé; incluso, Montaño asegura que su pequeño ya está acostumbrado a las cámaras.

Al preguntarle qué le dirá a su hijo cuando por fin estén juntos y él sea un poco mayor, Marco aseguró que le explicará que fue por la situación de Venezuela y por darle un futuro mejor. “Si me quedaba iba sobrevivir día a día con él y eso no es justo para él”.

Actualmente, Marco se encuentra trabajando como mesonero, pasea perros y comenzará la carrera de International business and languages pues acá en Venezuela, tuvo que dejar su carrera de Estudios Modernos a la mitad.

Marco, ansia pronto tener a su pequeño con él fuera del país para brindarle un mejor estilo de vida y poder verlo crecer.

Ser padre me da la oportunidad de parecerme a Dios

Hace algunos años atrás un precioso niño y dos hermosas pequeñas que hoy ya son adultos, le dieron la oportunidad a Emilio Gámez de convertirse en padre, una responsabilidad asegura, radica en «formar la identidad en el hombre y la mujer» por ello se ha dedicado a «enseñar las funciones y papeles que desempeñan cada uno”.

Frente a la situación que se vive actualmente, donde se le ha restado importancia a la paternidad, Gámez indica que «nadie estudia, nadie enseña y por eso nadie aprende a ser papá antes de convertirse en uno, además los hombres adquieren el patrón de conducta más cercano como es nuestro padre, quien seguramente tampoco sabe o supo lo que es la paternidad, por ello es que ahora lamentablemente el hombre no sabe lo que es ser padre»

No obstante, éste progenitor bajo instrucciones divinas defiende que el rol del padre «es formar el carácter de los hijos y definir las bases de sus comportamientos, conductas sociales, morales, espirituales y sexuales” para ser garante de “mantener el equilibrio en la creación divina” de acuerdo a los principios bíblicos.

De esta forma, Gámez señala que ser padre «me permite parecerme más a Dios” porque como él, “me da la oportunidad de proveer, proteger, cuidar, suplir, amar y sobre todo de formar” y pese al desequilibrio que existe por el protagonismo e importancia que ha adquirido la maternidad y la irresponsabilidad de algunos hombres, la figura paterna es la cabeza, la cobertura, la guía y el orientador.

Por consiguiente, este padre recomienda aquellos que tienen el deseo de ser papá, «aprender primero a ser esposos» porque una de las mejores formas de demostrarle a los hijos que se les ama, es amando a su madre y también es necesario «instruirse en las enseñanzas divinas para ofrecer una instrucción íntegra, honesta» cuya fuente sea el amor y la verdad de Dios.

¡Soy papá por primera vez!

Con sonrisas, Leison Bustamante narra que al enterarse de la inesperada noticia, sintió «impresión y emoción al mismo tiempo. Nadie está preparado para momentos así» el joven de 26 años asegura que «uno siempre cree que sabrá cómo reaccionar, pero cuando ocurre es distinto a lo pensado» y también agrega que «me alegré de saber que sería padre, aunque en momentos sentí un poco de temor por toda la responsabilidad que tendría de ahora en adelante»

Ya hace un mes que su pequeña Asheley llegó al mundo, un acontecimiento en el que asegura que «las expectativas se cumplieron, le pedía a Dios porque ambas salieran bien del proceso y así fue, aunque me costó esperar, pasamos horas sin saber nada de ellas las dos» explica el recién estrenado papá.

Muchísimo más emocionado Leison recuerda el primer contacto con su pequeña e indica «siempre imaginé cómo sería tener a mi hija en brazos pero no es lo mismo imaginar a vivir el momento. Es una emoción y alegría que no se compara con ninguna otra, el sentirla pequeñita y saber que es parte de mí es algo indescriptible».

Desde ese día, el caballero manifiesta que lleva la paternidad «poco a poco, cada día se aprende algo nuevo y muchas veces te sorprenden las cosas».

Asimismo, el joven señala que debido a la situación país, asumir esta responsabilidad «ha sido fuerte en la parte de los gastos, de inmediato empezamos a comprar todas sus cosas para no dejar todo a última hora ni esperar que los precios siguieran subiendo». Sin embargo, con tranquilidad añade que «gracias a Dios a nuestra bebé no le falta nada, hemos podido cubrir sus necesidades».

Finalmente, el progenitor expresa que por ahora no pretende tener más hijos pero asegura que quizás en unos años «cuando las cosas mejoren y la bebé este grandecita» vuelva a darse la oportunidad de ser padre, pues en este momento,  «seguiré disfrutando de ella» mientras espera que el país «mejore en todos los sentidos y ella pueda crecer en un lugar donde los derechos y valores sean respetados sin tener que pertenecer a un partido u otro, no solo por mi hija sino por los millones de niños que están en crecimiento y que ya padecen situaciones difíciles».

El hombre como padre tiene una inmensa capacidad de amar con locura y también con cordura aquella prolongación de sí mismo, es tan necesario como la madre y no existe nada, absolutamente nada, en la tierra que pueda suplantar el afecto, la formación, ni el tiempo compartido con papá, a excepción de Dios.

Para algunos, esta fecha quizás representa un momento para recordar al padre ausente, pero también significa una enorme oportunidad para deslastrarse del rencor y aunque no haya justificación alguna para el abandono, es de seres humanos valientes tener presente que las personas se equivocan y la mayoría de las veces esos errores, con los años, pesan y duelen tanto que sólo el perdón es capaz de brindar paz a todos los involucrados.

En virtud de ésta festividad, siempre debe premiar el agradecimiento, la reconciliación, las ganas de abrazar a papá como si no se hubiera hecho desde hace mucho tiempo, de recordar esas particularidades que lo hacen tan especial a él y a la relación de ambos. Además hay que pensar que aunque parezca poco, lo que algunas oportunidades ofreció, quizás para él era todo lo que podía dar de acuerdo como fue criado y vivió durante toda su vida. Por ello, que reine la algarabía y la euforia para celebrar por completo este día de los padres.

Katriz Luna

Yisneidy Pérez