Un estudio halló que mantener o incrementar levemente la masa corporal permite ralentizar el avance de la enfermedad

Este lunes, neurólogos del Massachusetts General Hospital publicaron una investigación en el Journal of the American Medical Association Neurology, donde explican que encontraron pruebas que vinculan la pérdida de peso con una progresión más rápida del Parkinson en su fase inicial, mientras que un leve aumento de masa corporal en los pacientes parece frenar el avance de la enfermedad, o hacer que progrese más lento.

Esta investigación también contó con el apoyo de otros ocho centros de investigación de Estados Unidos, y por primera vez se ha demostrado la relación de la masa corporal con el Parkinson. El descubrimiento se produjo en un ensayo clínico con pacientes que se sometieron a un tratamiento pionero basado en queratina en las etapas iniciales de la enfermedad.

Los datos recopilados durante el desarrollo del proyecto, entre 2007 y 2013, mostraron evidencias inesperadas sobre la relación de la masa corporal con el avance de la enfermedad. Los pacientes que perdieron peso mostraron un agravamiento de los síntomas del sistema motor y, frente a esto, aquellos que ganaron peso mostraron una ralentización del avance del Parkinson.

En síntesis, el estudio sugiere que quienes han sido diagnosticados con la enfermedad, deben cuidar su alimentación para mantener o incrementar levemente su masa corporal y así ralentizar los efectos de la enfermedad. «Recomendamos atención a los cambios de peso en los pacientes desde las etapas más tempranas del Parkinson«, advirtió la doctora Anne-Marie Wills, líder del estudio.

EC

Con información de agencias.

Fotografía Gettyimages.