Full Chola ha narrado entre otros asuntos la rutina de andar

Su nombre es Juan Manuel Laguardia, pero todos los venezolanos lo conocen como el “Sargento Fullchola” y eso tiene su razón de ser. Este personaje, Premio Nacional de Periodismo, conduce el programa “La Fiesta de Fullchola”, transmitido por Fiesta 106.5 -a través del Circuito FM Center- y se destaca por informar y entretener al público, mientras le inyecta una chispa de humor a cada frase e interactúa con su audiencia a través de las redes sociales con comentarios oportunos sobre seguridad vial y responsabilidad ciudadana, entre otros.

-¿Por qué lo conocen como “Sargento Fullchola”?

– Yo transmitía desde la Tango Tango Fox, volaba en una avioneta sobre Caracas. Después cambié de emisora y trabajé para Radio Capital. Como no podía montarme de nuevo en un artefacto volador, pues no lo tenían, transmití desde “El Nido del Halcón”, en lo alto de una de las torres de Parque Central, pero debían ponerme un nombre, se pensó que lo necesitaba.

El “Sargento” me lo colocan porque yo estaba relacionado al tránsito. Luis Muñoz Tebar (Lumute), para siempre creativo y genial, luego propuso y me puso “Fullchola” porque en uno de sus viajes a La Victoria, mientras esperaba en un local comercial, él escuchó que un conductor de vehículos de carga dijo a un empleado “vamos párate que nos vamos a full chola”, identificó el potencial de esa expresión  y desde ahí me llaman así. Pero eso ha degenerado, algunos me dicen “Fullcholín”, “Fullchi”. Mis hijos me llaman “Fullchola”.

Después de mencionar esa anécdota, Juan Manuel Laguardia comentó que antes de desempeñarse como animador, locutor, conductor de programas, actor y productor, se preparaba para ser sacerdote.

“Esa fue una idea loca de mi papá, quien -por cierto- era sargento de tanques de guerra en España y llegó a Venezuela muy trastornado. Entonces pensó que yo debía estar recluido en un sitio protegido del resto de los mortales y no se le ocurrió mejor cosa que influir en el tema del sacerdocio”.

“Un tiempo después el padre Fontana, que en paz descanse, llamó a mi papá y a mi mamá y les dijo que yo quería ser artista, lo cual mi padre no aceptaba. Después de un castigo, me permitió hacer lo que más quería y aquí estoy”, recuerda «Fullchola» entre risas.

No soy farandulero

Juan Manuel Laguardia nos reveló que fuera de la cabina es un aficionado de la natación y de las motocicletas. Además, dice que no frecuenta muchos espectáculos ni fiestas en la noche y se define como un hombre “poco farandulero y un abnegado trabajador del medio”.

Para él, la radio es “su mayor refugio”. A pesar de permanecer solo cuatro horas transmitiendo La Fiesta de Fullchola, el resto del día también le dedica tiempo a la programación del espacio.

A simple vista se nota el amor, su pasión por la radio. De hecho, «Fullchola» asegura que “cuando se está en los medios de comunicación los años pasan volando y no se lleva la cuenta, pero cada día es una experiencia nutritiva, renovadora y distinta”.

Además, el locutor considera fascinante armar un espectáculo para la radio y valora el hecho de que su equipo de producción y actores trabajen a diario para rescatar la radionovela venezolana.

Por otro lado, La Fiesta de Fullchola es uno de los programas más escuchados de la mañana y su conductor le atribuye ese éxito al hecho de que “se trata cualquier tema desde el respeto por la audiencia y se vive la cotidianidad del venezolano… No hay malas palabras ni groserías para el público. Hay humor, mensajes de paz y enseñanzas en cada contenido”, asegura.

Con la alegría, la cortesía y la educación que lo caracterizan, Laguardia destaca su agradecimiento al público venezolano y su compromiso a trabajar diariamente en La Fiesta de Fullchola para transmitir mensajes alentadores que hagan crecer a los ciudadanos y a la sociedad.

Daniela Santander

Fotografía cortesía FM Center.

Producción audiovisual @harryfebres.