La corredora Etenesh Diro protagonizó una de las más conmovedoras lecciones de las actuales olimpiadas y se inscribió en la historia del deporte

El Sumario – Los obstáculos más grandes están en la mente, así lo demostró este sábado la etíope Etenesh Diro en el segundo día del atletismo olímpico donde decidió correr con un pie descalzo la última parte de la serie de los tres mil metros con obstáculos. Y es que escogió entre parar por un incidente o continuar en desventaja, ella prefirió continuar.

Diro encabezaba la prueba junto a la keniana Hyvin Kiyeng Jepkemoi cuando, a unas dos vueltas y media para terminar, dos contrincantes se cayeron en uno de los lances y una de ellas  le sostuvo la pierna ocasionando que se le saliera un zapato.

La corredora etíope perdió tiempo intentando volver a colocarse el calzado y al final decidió correr sin zapato para recuperar posiciones, minutos después se detuvo para quitarse la media y continuar con un pie descalzo sobre la caliente pista carioca.

La obstaculista poco a poco fue superando a sus rivales pero se quedó corta al final y cruzó la meta de séptima sin esperanzas de clasificar a la final. Desconsolada se tiró al piso hecha un mar de lágrimas ante los ojos de todo un estadio que la vio luchar hasta el último instante.

Finalmente, su perseverancia venció, la federación etíope presentó una apelación que los jueces aprobaron y la atleta fue clasificada a la final que se disputará este lunes. Los ojos de Río de Janeiro una vez más contemplan una hermosa enseñanza.

No te detengas por malo que luzca el panorama, al terminar algo bueno te espera.

Yelimar Requena

Con información de dpa.

Fotografía  REUTERS/Lucy Nicholson.