El aullido de los lobos ha sido una fuente de inspiración e inquietud para el ser humano durante miles de años. En ese sentido, un equipo internacional de biólogos, coordinado desde las Universidades de Oxford y Cambridge, acaba de publicar los resultados del estudio más amplio sobre los aullidos de los lobos que se ha hecho hasta ahora.
Los investigadores reunieron más de seis mil muestras sonoras de diferentes especies de lobos, así como de otros cánidos, como coyotes o perros domésticos. Después, utilizaron técnicas de análisis de audio para reducir la muestra a dos mil aullidos de 13 especies, y pasaron los sonidos por un algoritmo capaz de interpretar variaciones en las frecuencias.
El software fue capaz de interpretar hasta 21 mensajes diferentes en aullidos de la misma especie en función de su tono, longitud y fluctuación. Es más, cada subespecie de estos animales emite en frecuencias sutilmente diferentes que utilizan para reconocerse mutuamente y para diferenciarse de otros cánidos.
Aislados los diferentes tipos de aullido, el problema ahora es asociar esos sonidos con situaciones o mensajes concretos. La única manera de hacerlo es estudiando a los lobos en su hábitat, y eso es algo mucho más complejo de lo que parece, ya que no se puede seguir a una manada de estos animales sin afectar su comportamiento.
Si se logran interpretar los sonidos, podrían reproducirse para minimizar problemas típicamente asociados con esta especie, como sus encontronazos con los seres humanos cuando atacan ganado para alimentarse.
Samuel Bello
Con información de Gizmodo.
Fotografía Gettyimages.
