El Sumario – Cuando nos acercamos a un perro comúnmente suelen mover la cola y recibirnos al sitio de llegada, hasta incluso saltar, como modo de alegría. Pero resulta que no en todas las ocasiones este animal se encuentra de buen temperamento.
Los expertos en el tema explican que el movimiento de la cola no es solo reflejo de felicidad, sino también de molestia.
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Para identificar si el canino presenta un comportamiento poco normal es precioso verlo directamente a los ojos y observar si tiene las pupilas dilatadas; músculos rígidos; movimiento de orejas hacia adelante o atrás y el rostro con cierta tensión muscular.
En este sentido, la cola funciona como un medio para que los caninos manifiesten también sus emociones fuertes.
Daniela Veracierta/@danielabeautifu
Con información de Culturizando
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