El estrés es inevitable en ciertos momentos; incluso, dependiendo del contexto, puede llegar a ser positivo. Sin embargo, hay que saber librarse de él. Pero, ¿cómo?

  • Dieta: hay que evitar sobrecargar el organismo con digestiones pesadas. Es conveniente seguir una dieta sana y equilibrada, no abusar del alcohol ni de sustancias excitantes como la cafeína, y aprovechar el tiempo de la comida como un descanso, que sirva para favorecer las relaciones sociales y familiares.
  • Descanso: Dormir suficiente. Disfrutar de las vacaciones y los fines de semana como tiempo de ocio, y desconectar de los deberes del trabajo cuando acabe la jornada laboral.
  • Ejercicio físico: realizar ejercicio físico ayuda a relajarse y a relacionarse con amigos o familiares. Sirve para liberar tensiones y alejar los pensamientos negativos.
  • Saber solucionar problemas: tomar decisiones intentando seguir un proceso lógico, sin huir de los problemas, y afrontándolos para decidir la mejor alternativa en cada caso.
  • Interpretación de situaciones y problemas: a veces se tiende a exagerar las consecuencias negativas de un suceso o situación, llegando a realizar análisis catastrofistas, y a sufrir por problemas que no existen, y hechos que no han sucedido todavía. Hay que actuar con naturalidad y afrontar las situaciones, sin preocuparse por lo que puedan pensar los demás.
  • Autoestima: es bueno quererse y tratarse bien. Si se ha hecho bien una cosa, felicitarse por ello y, si se ha fallado, reconocer que en ese caso no se ha actuado correctamente e intentar rectificar los errores, sin culpabilidades ni pensamientos negativos sobre uno mismo.
  • Relaciones interpersonales: reforzar las conductas positivas con las personas del entorno e intentar corregir las negativas.

LS

Con información Webconsultas

Fotografía Gettyimages