El fisioterapeuta Valerio Sarmati explica las mejores formas de apoyar a los pacientes que hayan sufrido un ictus

El Sumario – Los trabajos con mayor estrés pueden ocasionar un ACV (Accidente Cerebrovascular)  y cambiar por completo la vida de las personas afectadas y de sus familiares.

El ACV o ictus, puede comenzar de manera súbita trayendo como consecuencia la interrupción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro, que se define como isquemia cerebral o la rotura de una arteria, o vena cerebral conocida como hemorragia cerebral.

Cualquiera sea el caso las consecuencias en el cerebro son notables y se reconocen fácilmente por su afectación en el habla (afasia), en el campo visual, auditivo, movilidad física (hemiplejía) o emociones en la persona que la padece.

Las actividades de la vida diaria sufren alteraciones, tareas como vestirse, bañarse, cocinar, conducir, comprar deben replantearse con la participación de toda la familia después de ictus o ACV.

Sin duda alguna pueden presentarse confusiones en el rediseño de las actividades que después del ictus, el paciente pudiera seguir desarrollando con autonomía e independencia, para ello juega un papel importante el acompañamiento de un especialista en rehabilitación.

El italiano Valerio Sarmati, fisioterapeuta especialista en rehabilitación neurocognitiva confirma la presencia de dichos cambios en la vida diaria de un paciente post ictus.

“Cambian las habilidades, cambia la forma de vestirse, por ejemplo dejamos de tener una camiseta  con muchos botones, porque  necesitaremos de alguien que nos ayude con un botón  ya que la mayoría de las persona movilizan una mano y con una mano se hace cuesta arriba abotonar, sobre todo considerando el lugar donde se encuentra el botón y la cantidad de los mismos”, explicó.

En el caso de la mujer, asegura Sarmati, quien ha publicado en revistas italianas de renombre acerca de la rehabilitación neurocognitiva, la mujer cambia el hábito respecto al calzado, los tacones pasan a un segundo plano y se hace uso más frecuente de zapatos deportivos.

“Porque cuando existe un ACV surge un problema para la gestión de nuestro pie cuya tendencia es estar de lado, por ello se recomienda zapatos cómodos y cerrados para que el pie esté sujeto. La persona también se puede ayudar a calzarse con una manga destinada para tal fin”, señaló.

Cambio de vida, cambio de estilo

La rehabilitación ayuda a que los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular aprendan de nuevo las habilidades que pierden cuando se daña parte del cerebro.

Además de reaprender, la mayoría también se ve obligado a cambiar su estilo o mejor dicho, su forma de vestir.

Como lo explica Sarmati, director de Telerehabilitación ante Stroke Therapy (R)evolution, la tendencia de los pacientes es hacia una moda deportiva por ser más simple y cómoda.

La mayoría de las personas que usan ropa sport, pueden vestir solos, es decir, sin ayuda.

En el caso de los pacientes post ictus hay quienes niegan aceptar esa ayuda, como una forma positiva de obligarse a realizar movimientos que formen parte de su rehabilitación, “pero no todas las personas tienen la misma actitud”, aseguró Sarmati.

Apoyo familiar

La participación de la familia en la recuperación del paciente es imprescindible, cada integrante juega un papel fundamental al momento de la rehabilitación, por lo que también deben conocer el alcance de la ayuda que deben prestar.

“A la hora de vestirse, también influye la gestión familiar, muchas veces hay pacientes que tienen movilidad en las dos manos, en las dos piernas y descubrimos que cuando tienen que ducharse necesitan la ayuda de su  familiar, novia, novio, esposo, esposa, pareja,   y nos preguntamos ¿por qué? si puede mover todo, descubrimos un hábito que se instaura al principio de la rehabilitación cuando recibe toda la ayuda por no tener aún autonomía.

«Es responsabilidad del familiar reducir esta ayuda  y dejar de hacer cosas que no son tan necesarias como por ejemplo ayudar a ducharse”, afirma Sarmati.

Sarmati, quien trabaja desde hace 15 años con la rehabilitación neurocognitiva, gracias a su maestro, el italiano Carlo Perfetti, afirma por experiencia que los hombres son quienes requieren más ayuda en su rutina diaria.

Entre los familiares con mayor disposición a brindar esa ayuda, se encuentra la pareja, tal vez por un asunto de cercanía e intimidad y del compromiso de estar al lado de ese compañero o compañera de vida en las buenas y en las malas.

Sin embargo, menciona Sarmati que no siempre es así, “en el caso de las personas mayores siempre se presenta problemas para recibir ayuda, contrario a un paciente más joven, son muy pocos los familiares que se comprometen para hacerse cargo de ellos.

Nuestro trabajo se enfoca en enseñarles a los familiares como tratar con el paciente y ayudarlo en su proceso de recuperación”.

Aproximadamente un 60% de las mujeres presta la ayuda  y es capaz de llevar a cabo la serie de ejercicios de rehabilitación que le corresponda hacer a su esposo, mientras el 30%  de los hombres se hace responsable en liderar los ejercicios que tuviera que ejecutar su esposa. En esos casos siempre interviene un hijo para tomar la batuta, según el Dr. Sarmati.

Carlos E. Escalona

Con información de nota de prensa

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