El trabajo tiene el ancho de entre 4 y 7 cabellos humanos y requiere de un microscopio electrónico para ser observado.

DOBLE LLAVE – Con un nivel de precisión alucinante, las técnicas 3D revolucionan el mundo y llevan a otro nivel los detalles. De esta forma nació un castillo que está impreso nada más y nada menos que en la punta ¡de un lápiz!

El «nanocastillo» mide 23 x 250 x 360 micrómetros y el ancho es de entre 4 y 7 cabellos humanos. Es decir, que se necesita un microscopio electrónico para verlo.

La técnica utilizada es litografía de láser directo en forma de nanoimpresión y fue trabajo del artista ruso Aleksandr Ovsianikov, que ha empleado un material fotosensible con el que se pueden crear detalles dentro de las esculturas, haciendo el tallado con luz densamente congregada.

Ninoska Moncada / @ninoskamci

Con información de Xataca