Los relojes biológicos de las personas, término con el que se hace alusión a los ritmos cardiacos, determinan la mayoría de las respuestas corporales, incluyendo el sueño y el desempeño energético. Y al parecer también influyen en la libido.
Según el investigador Paul Kelley, del Instituto de Neurociencia Circadiana de la Universidad de Oxford, los ritmos circadianos cambian a lo largo de la vida, por lo que es necesario hacer ajustes en las actividades para minimizar el desgaste y maximizar el desempeño. Lo importante es equilibrar el cóctel de hormonas y neurotransmisores.
En el caso de las personas en esplendor sexual, en los tempranos 20, deben poner sus alarmas sexuales a las tres de la tarde. Esto debido a que la orexina, un neurotransmisor que promueve alerta, no se impone a la melatonina hasta después de la mañana. Aunque, en el caso de personas muy jóvenes quizás no sea tan importante este itinerario, ya que si son sanos generalmente tienen deseo sexual casi a cualquier hora.
Para las parejas que están en la década de los 30, su reloj de placer debe encenderse a las 8:20 am. Esto es para servirse de la estimulación de testosterona que produce la luz del sol tanto en hombres como mujeres. En los primeros, el astro rey produce mejores erecciones.
Las personas que tienen 40 años se benefician del sexo a las 8:00 pm, cuando naturalmente están más alertas que los jóvenes. Las parejas de 50, en el crepúsculo libidinal, deben hacerlo alrededor de las 10:00 pm, antes de dormir, y Kelley recomienda un tónico, como una copa de vino, para ambientarse.
LS
Con información de Pijamasurf.
Fotografía Gettyimages.
