Si quiere armar un ramo tomando flores del jardín o de algún prado, lo mejor es cortarlas por la mañana porque es el momento en que sus vías de conducción están bien cargadas de agua.

Cada planta tiene su momento justo de maduración para ser cortada:

  • Girasol: Al cortarla la flor debería estar completamente abierta.
  • Crisantemo: Los de flores pequeñas deberían tener varias abiertas, mientras que en los tipos grandes, antes de cortarlas, ya debería verse y reconocerse la forma típica de la flor.
  • Dalias: La flor debería estar abierta a al menos tres cuartos.
  • Rosa: Lo ideal es cortarlas cuando los pétalos han comenzado a desprenderse de la parte central.

Cuida tus flores luego de cortadas

  • Corta el tallo periódicamente: Evita que la parte inferior del tallo se aplaste o que esté ligeramente podrido, ya que perjudica su adecuada conservación. Cada día haz una pequeña incisión dos centímetros por encima del corte, procurando no deformar o aplastar el tallo. Esto mantendrá durante más tiempo las células del tallo vivas para alimentar a la flor.
  • Ponlas en agua limpia: Es necesario cambiar el agua cada vez que se ensucie, ya que es su forma de nutrición y de obtener oxígeno. Además, es necesario retirar las hojas que hayan caído para evitar que empiecen su proceso de putrefacción.
  • Coloca una aspirina en el agua: Una aspirina disuelta ayuda a su conservación, aunque también se pueden incorporar productos especiales de jardinería que sirven para matar las bacterias que pueden desarrollarse en el agua y que aceleran la putrefacción de la flor.
  • Usa un jarrón adecuado: Debe contener agua suficiente para todas las flores, sin que queden amontonadas.
  • Busca la habitación perfecta: Los ambientes secos, con corrientes de aire o donde da el sol directamente contribuyen a resecar los tejidos de las flores y a que envejezcan rápidamente.

AG

Con información de dpa y Facilísimo.

Fotografía Gettyimages.