El centro de la selección nacional espera estar sano para ayudar al equipo bajando balones desde lo más alto de Río de Janeiro

Hay ciertas posturas que al adoptarlas por tiempo prolongado pueden contraer los músculos del cuello y generar un dolor terrible. Cuando conocí en persona a Gregory Echenique, no dudé ni un minuto que terminaría con la comúnmente llamada “tortícolis”.

Con mi escaso 1,75 m de altura ver a Echenique a la cara no resultó tarea fácil. El centro de Guaros de Lara BBC y de la selección nacional de baloncesto mide 2,06 m y pesa unos 120 kilos. Si le sumamos una barba súper poblada y densa, tatuajes y la seriedad que siempre presenta en su rostro, les aseguro que el sujeto intimida. No querría averiguar qué podría pasar si hago la pregunta incorrecta.

Pero lejos de esta primera impresión, Gregory resulta ser una persona cordial, amable y muy humilde. Que ya podría tener algo de ego si nos fijamos en el palmarés que ha logrado a sus escasos 25 años.

El guatireño, hijo del también selección nacional de básquet José Echenique, jugó baloncesto universitario en Estados Unidos, en ese contexto promedió 9 puntos y 8 rebotes por partido entre 2009 y 2013, jugando con las universidades de Rutgers y Creighton. En 2011 fue líder taponero de la liga con 1,8 por partido. Fue el jugador más joven del FIBA Américas 2009 ya con la selección venezolana. En 2013 se probó con varios quintetos de la NBA para buscar hacer el grado en el mejor baloncesto del mundo. No se le dio. Pero no se amilanó y se fue a Europa donde jugó en Bélgica dejando un sólido 9,5 puntos por partido y 5 rebotes. Y para 2015 jugó su primera temporada con Guaros de Lara, resultando electo como el novato del año.

Terminados los ajustes técnicos de la cámara y la luz, y mientras llegaba la escalera que habíamos solicitado para facilitarnos la entrevista, vamos rompiendo el hielo, mientras ya el cuello mostraba síntomas de rigidez.

– ¿Te quita el sueño la NBA?

– Yo pienso que si alguien practica este deporte, siempre quiere estar en la mejor liga o en el mejor nivel posible. Sí sigue siendo una de mis metas, pero ahorita tenemos algo bastante especial aquí en esta organización (Guaros de Lara) y eso es lo que me quita el sueño: cómo puedo ayudar a este equipo a lograr un campeonato.

– ¿Guaros tiene este año los elementos para ser campeón?

– Nosotros, y particularmente yo, aprendimos mucho de la temporada pasada, llegando a mi primera final de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) y pienso que ya este año sé lo que viene, conozco qué esperar, y creo que tenemos un buen chance de lograr ese objetivo.

– ¿Cómo influye en un jugador de baloncesto profesional que su padre también jugara básquet?

– Mucha gente a lo mejor pensará que a mí me obligaron a jugar baloncesto porque mi papá jugó, pero nunca fue así. Yo crecí viéndolo jugar y más bien pienso que es una ventaja, porque él jugó por mucho tiempo, 18 años. El me da consejos porque jugamos posiciones parecidas y eso es algo que yo escucho, porque él es alguien que tiene experiencia y que sabe.

– Como jugador, ¿cuál es tu fortaleza y tu debilidad?

– Mi fortaleza es el aspecto defensivo del juego. Y en cuanto a mi debilidad, sería el juego perimetral, el tiro de 3 puntos no es algo que yo suelo hacer en un partido.

A esta altura de la entrevista ya dolía mover el cuello hacia algún lado que no fuera directo al rostro de Echenique. La escalera no llegaba y era hora de la pregunta más interesante y esperada: Río de Janeiro.

– ¿Cómo ves a la selección de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016?

– Sobre lo que la selección logró el año pasado en México, es difícil encontrar palabras para describir ese logro. Es algo que no se había alcanzado en mucho tiempo. Es obvio que se está haciendo algo bien en la selección, y estoy seguro que el “Che” (Néstor García, el entrenador de la selección) y todo el grupo técnico ya tendrán un plan de cómo darle continuidad a todo ese trabajo de México de cara a lo que viene ahorita en agosto en Río de Janeiro.

– ¿Qué le va a aportar Gregory Echenique a la selección?

– De estar saludable y recibir el llamado trataré de hacer lo posible para complementar ese trabajo que ellos vienen haciendo desde México. En la pintura aportando más estatura, o con lo que necesite el equipo que yo pueda ayudar.

Justo en ese momento hay una interrupción, yo ingenuamente pienso que es la escalera (aunque honestamente ya requeriría más a un fisioterapeuta), pero no es así. Aunque el entrenamiento de Guaros había terminado, el “Che” necesitaba a todos sus jugadores para un repaso táctico. Echenique, que poco a poco ha ido acuñando el sobrenombre de “La barba”, debe marcharse en menos de lo que canta un gallo, pero nos deja una última revelación que está fuera del contexto del baloncesto y que refuerza que aquel «atemorizante» Echenique sólo era el reflejo de una errada primera impresión.

– ¿Qué hace Gregory Echenique cuando no juega baloncesto?

– Yo soy una persona tranquila. Escucho música, juego en mi Xbox. Cualquier cosa que me desconecte de la presión del baloncesto. Además tengo mis perritos, un buldog francés y un mini schnauzer.

Iván Vera

Fotografías cortesía Guaros de Lara.

Producción audiovisual @harryfebres