El Sumario – El mundo de los fanfic tiene un alcance mucho más amplio de lo imaginado, ya que permite crear mundos que hasta entonces sólo podrían ser parte de la fantasía.
Si bien es cierto que esta modalidad de escritura es fascinante, es innegable que las mentes detrás de estas historias son las protagonistas, ya que son los fanfickers los que hacen posible poder expandir el mundo de historias ya publicadas y darle a los personajes un segunda oportunidad según un canon o una OTP, que sin duda alguna también sería genial.
La pluma detrás del escrito
Leer fanfics es fascinante, ya que están hechos para un público en particular y responden a una temática y una pareja específica.
No hay características especiales entre aquellas personas que se dedican a escribir fanfics, sólo hay un único requisito: amar la escritura y tener una serie, película o libro favorito.
Angy Herrera de 26 años y ama de casa, cuenta que para ella escribir es una actividad relajante y que se sumó a este mundo porque se encariña “con los personajes y siento que puedo darles un mejor desarrollo del que tienen en su historia original”.
Por su parte, Diana Hernández, de 17 y estudiante de Comunicación Social, cuenta que el escribir es una forma de desahogar sus ideas y permitirle vivir a sus personajes favoritos historias de ensueño; así mismo, agrega que “todos los personajes tienen bastante material, hay tantas cosas que pueden vivir” y la mejor forma de ofrecerles una nueva oportunidad es a través de los fanfic.
Una musa inspiradora
Para un fanficker, es importante encontrar la inspiración que tanto necesitan para hacer su mente volar y crear increíbles historias.
En el caso de Judith Galvan, una bióloga de 27 años de edad. Cuenta que para ella su inspiración nace de “la interacción con la gente”. Sin embargo, Monserrat Libertad Mejia, estudiante del Tecnológico de Monterrey señala que su musa son la “música, situaciones, películas, imágenes incluso sentimientos”.
No obstante, no todo es color de rosas para los que se dedican a la escritura de fanfic, hay momentos donde un bloqueo los embarga y es en ese instante cuando Yorgelis Ávila, de 16 años vuelve a leer el capítulo anterior y se replantea qué giro puede tomar la historia.
Anthuane Ruiz Puma, de 15 años cuenta que lo mejor que puede hacer para salir de un bloqueo es dejar de pensar en la historia y hacer una actividad relajante, para tener la mente abierta a un momento de “más creatividad”.
¿Una obra original?
Para los fanficker resulta muy útil trabajar sobre personajes e historias ya creadas, por ser más fácil de desarrollar un nuevo argumento, en base a las personalidades ya establecidas en la obra original.
En algunas universidades de lengua anglosajona, la escritura de fanfic sirve para pulir el estilo literario y dar el primer paso para ser un escritor de primera calidad. Este método también lo pone en práctica Denn Huizar, de 23 años y estudiante de ingeniería química, quien revela que publicar un libro es una de sus metas y para ellos espera “en un futuro quisiera mejorar todos los borradores que tengo olvidados y hacer de ellos una obra que me haga sentir orgullosa”.
Del fanfic al libro
Son muchas las curiosidades en torno a los fanfic, pero una de las más resaltantes es que en 2013 se publicó Fangirl, un libro de Rainbow Rowell, en que la protagonista Cath Avery escribe un fanfic al tiempo que una saga de libros juveniles está en emisión.
El sueño de Cath es publicar el final de su fanfic antes de que salga el último libro y con ello darle a Simon y Baz, el final que tanto desea.
El éxito de esta obra fue tal, que dos años después, en 2015, fue publicado Carry On, el libro en el que se narraba la historia ideada por la protagonista de Fangirl. Es importante destacar que a lo largo de la obra original, se mostraban algunos extractos de este fanfic.
Bárbara Méndez / @barbie_zml
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