La patilla y el melón son conocidas por su delicioso sabor y su gran contenido de agua. Lo que probablemente muchas personas no han experimentado son recetas saladas que tienen como protagonistas a estas frutas.

Deléitate con la patilla

Una de la combinaciones más populares es la de patilla, queso feta o mozarella y hierbas. Para prepararla, hay que partir la fruta a la mitad, cortar rodajas enteras y quitarles la cáscara. Se coloca una rodaja sobre el plato, el queso encima y arriba, úcula. También se pueden esparcir por encima algunos croutons.

Si lo que te provoca es un rico batido, mezcla la fruta con miel, jugo de lima, menta y mucho hielo picado. El puré de patilla también se puede congelar en una hielera y añadirlo en distintos tragos para darles un toque especial.

El melón también se come salado

Para algunos cocineros, la clave está en maridar el dulzor del melón con el aroma fuerte de hongos y mariscos. Una opción es preparar una deliciosa ensalada con hongos. Para ello, hay que asar primero los hongos con un poco de aceite.

La sartén tiene que estar bien caliente para que los hongos no pierdan demasiado líquido. Luego, hay que mezclar los hongos con trozos pequeños de melón. El aliño se prepara con vinagre balsámico, azúcar rubia, estragón y un poco de pimienta.

Otro clásico es el melón a la parrilla. Para ello hay que cortar un melón verde con cáscara en rodajas y sacarle las semillas. Las rodajas se rocían con algo de jugo de limón y se las asa algunos minutos de cada lado.

EC

Con información de dpa.

Fotografía destacada Gettyimages.