Más de cinco siglos después de que los judíos fueran expulsados de España en 1492 por los Reyes Católicos, los sefardíes repartidos por todo el mundo pueden solicitar desde este jueves la nacionalidad española.

La normativa a la que el Parlamento español dio luz verde definitiva en junio entró en vigor este jueves 1 de octubre. El objetivo es reparar un «error histórico».

Se trata de una reforma del Código Civil por la que los descendientes de los sefardíes pueden acogerse a la nacionalidad española sin perder la de su país de origen y sin tener que residir en España. Tienen que acreditar su origen y su especial vinculación con el país a través del conocimiento de la lengua y la cultura.

Se calcula que hay unos 3,5 millones en todo el mundo. Las comunidades mayoritarias se encuentran en Israel, Francia, Estados Unidos y Argentina.

La solicitud, sin embargo, puede resultar engorrosa para los más ancianos y los de bajos recursos económicos, ya que implica desplazarse a España y pagar tasas.

Hasta ahora podía obtener la nacionalidad igual que los latinoamericanos: tras residir dos años en España o mediante carta de naturaleza, una opción en la que el gobierno valora circunstancias excepcionales de la relación con España.

En los últimos ocho años obtuvieron la nacionalidad española unos 900 sefardíes. De ellos, más de cien lo hicieron a través de la residencia y el resto, por carta de naturaleza.

AG

Con información de dpa.