Actualmente los museos ofrecen una amplia variedad de soluciones tecnológicas para convertir sus salas en entornos lugares únicos

Las aplicaciones móviles se han convertido en una gran apuesta para los museos en España con el fin de difundir sus contenidos y enriquecer la experiencia de los visitantes a través de la tecnología. Las grandes galerías españolas se han esforzado por integrar los últimos avances tecnológicos y convertir sus salas en entornos lugares únicos y dignos de repetición para los usuarios.

Actualmente los museos ofrecen una amplia variedad de soluciones tecnológicas entre ellas: las pantallas táctiles, códigos QR, tablets, gadgets de todo tipo, aplicaciones móviles, soluciones de reconocimiento facial e incluso sensores de onda corta para conocer la geolocalización de los visitantes y saber cuáles son las obras que gustan más.

El museo Reina Sofía cuenta en su portal web con un microsite llamado Itinerancias, el cual permite conocer las relaciones internacionales del museo en los últimos 25 años. Además, su ubicación está disponible en el Google Culture Institute.

El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona invitó a sus visitantes a jugar con la aplicación del museo, MACBA. La app permite descifrar secretos en las diferentes salas para una visita más dinámica. Se prevé en los próximos meses un lanzamiento de un repositorio con toda su obra y archivos.

El museo de Thyssen también se subió a la ola digital al desarrollar un amplio catálogo de apps. Se tiene previsto durante este año una nueva versión de sus tres páginas webs (Thyssen, Educathyssen y la Tienda Online).

La pinacoteca de El Prado optó por el desarrollo de tres áreas: Prado website, Prado mobile y Prado redes sociales. La primera de ellas consiste en la renovación de la página web, mientras que la opción móvil se completa con el lanzamiento de tres apps. En cuanto a redes, ampliará y mejorará su presencia.

Por su parte, el museo Guggenheim fue el primero en contar con una app. En su interior pone a disposición de los usuarios distintos soportes multimedia, como plasmas y computadoras portátiles con las claves para preparar la visita o para profundizar más sobre la misma.

El Museo del Romanticismo se inclinó hacia la digitalización, además de tener fuerte presencia en las redes sociales, tras incorporar iPads entre los educadores que hacen las visitas y códigos QR en las salas para que los visitantes puedan ampliar información sobre las obras.

El museo Guggenheim fue el primero en contar con una app

Natasha Guevara

Con información de Expansión.