Un estudio realizado por Nature Climate Change así lo confirma. Greenpeace asegura que

Las emisiones globales de CO2 se estabilizarán este año y podrán caer incluso un 0,6%, según un estudio publicado por la revista Nature Climate Change. Desde el año 2000, las emisiones habían aumentado del 2% al 3% anual, hasta llegar a las 400 partículas por millón (ppm), considerado por los científicos como uno de los puntos críticos del cambio climático «peligroso».

La supuesta estabilización tiene su origen en el descenso en el uso de carbón de China, el primer país emisor del mundo, que ha impulsado la reestructuración de su economía y ha acelerado la transición hacia las renovables. Se trata de la primera vez que se registra una tendencia a la baja en las emisiones de CO2 en un año en el que la economía global ha seguido creciendo.

«La principal lectura de lo que ha ocurrido este año es que las renovables pueden crecer lo suficiente para suplir al carbón«, ha destacado Corinne Le Quere, directora del estudio y climatóloga de la Universidad de East Anglia.

Según Le Quere, los datos sirven de paso para rebatir otro mito: se puede seguir creciendo económicamente (al ritmo del 3% global como en el 2015) y al mismo tiempo disminuir las emisiones.

Aun así, la climatóloga advierte que la «estabilización» podría ser temporal y que las emisiones podrían volver a repuntar conforme aumenten las necesidades energéticas de los países emergentes, aún muy dependientes de los combustibles fósiles.

«En los países industriales, las emisiones están bajando mientras tanto, pero a unos niveles muy modestos, del orden del 1% o 2% en países como Reino Unido«, advierte Le Quere. «La disminución tendría que ser mucho mayor para compensar el aumento en los países en desarrollo».

«No podemos celebrarlo aún: dos años de aparente estabilización no marcan una tendencia«, advirtió por su parte la organización Greenpeace en un comunicado. «Con la cantidad de CO2 en nuestra atmósfera rebasando ya las 400 ppm, cada tonelada de petróleo, carbón o gas que quemamos hace que la situación sea peor».

«No es el momento de la complacencia», advierte Greenpeace. «Si queremos que las temperaturas no superen el margen entre 1,5 y dos grados, las emisiones no deben sólo estabilizarse, sino que tienen que empezar a bajar».

KYL

Con información de El Mundo.

Fotografía Gettyimages.