La imagen asociada a la figura del rockero típico es la de alguien duro, con afición por el negro, por las botas y los cortes de cabello extravagantes o desaliñados. Sin embargo, Eduarda Henklein desafía ese estereotipo, no solo tocando un instrumento desde muy temprana edad –como ya hicieran en su momento algunos de los más talentosos músicos de la historia, como Mozart–, sino lanzándole besos a la cámara mientras interpreta Toxicity, del grupo de metal alternativo System of a Down.
Quienes alguna vez usaron de forma despectiva la expresión “es cosa de niñas”, tendrán que prestar especial atención a esta talentosa muchachita que, orgullosamente, podría llevar a sus padres a proclamar que sí, efectivamente, ahora el rock es cosa de niñas. O de una niña muy talentosa, al menos.
A continuación les dejamos con este cover de Enter Sandman de Metallica en un ensayo con su banda. Efectivamente, tiene una banda.
LS
