En la sociedad actual, la competitividad extrema es asumida como una virtud. La cultura pop, del éxito precoz, del consumismo y del existismo, ha cultivado el famoso ganar a como de lugar. O, dicho de otro modo, ganar o ganar como única filosofía de vida, sin importar a quien haya que pasarle por encima.
El fútbol ha sido tierra fértil para que estas posturas germinen. Y rara vez los clubes hacen algo para frenar los excesos que cometen sus hinchadas. De hecho, salvo que se llegue a la violencia física, dichas actitudes suelen ser asumidas como parte natural del juego.
En ese sentido, un club holandés dio un paso al frente en aras de promover una actitud deportiva y humana de respeto y valor por el prójimo. Y lo hizo sin que existiera el peligro de alguna sanción de parte de las autoridades competentes.
El PSV Eindhoven anunció este miércoles que tomará «las medidas adecuadas» contra los hinchas de su equipo que denigraron a mendigos en Madrid, coincidiendo esto con la visita del conjunto holandés al campo del Atlético.
El director del PSV, Toon Gerbrands, desvinculó «totalmente» al club de los incidentes «desagradables» que protagonizaron en Madrid aficionados holandeses y en un breve comunicado transmitido en la página web de la entidad recalcó que la actitud de estos hinchas «no se corresponde con los valores» que promueve la entidad.
Los hechos ocurrieron en las horas previas al encuentro del martes de Liga de Campeones. Grupos de hinchas del PSV acudieron a la Plaza Mayor de Madrid, en el centro de la ciudad, y arrojaron monedas y otros objetos al suelo para que los tomaran varios indigentes que pedían limosna.
Los aficionados sometieron a los indigentes a diferentes humillaciones y burlas en unas imágenes que tomaron numerosas televisiones.
El directivo del PSV explicó que el club «hará todo lo posible» para identificar a los hinchas protagonistas de los tristes sucesos y que cuando los encuentre «tendrán un problema grande».
Samuel Bello
Con información de dpa.
