Fue una iniciativa que comenzó en los años 60 con la intención de salvar a la Mesa de Guanipa de convertirse en un gran desierto

El Sumario – José Joaquín Cabrera Malo, o simplemente Jota Jota, como también se le llama, es un hombre que bien merece el calificativo de “venezolano de excepción”, un hombre bien preparado intelectualmente, exigente, pero de trato sencillo y con la honestidad y humildad reflejada en todos sus actos.

Culmina sus estudios universitarios en Caracas, obtiene el título de ingeniero agrónomo y a comienzos de los años cincuenta forma parte de una misión de Cordiplan que visita la frontera entre Siria e Israel y se encuentra con la impresionante sorpresa que de un lado de la cerca que separa esos dos países y sus formas de vida había un frondoso bosque, y del otro lado solo existía desolación.

Eso lo motivo a pensar que en su querida Venezuela él debía construir un lugar tan boscoso como el que había visto en esa frontera, y fue así como lo logró.

El bosque más grande del mundo es el Bosque de Uverito, también conocido como las plantaciones de Uverito, está ubicado entre los estados Anzoátegui y Monagas, y fue plantado por el hombre, con alrededor de 600 mil  hectáreas en plantaciones de pino caribe.

El proyecto inició en los años 60, gracias a la iniciativa del ingeniero José Joaquín Cabrera Malo, quien junto a la Corporación Venezolana de Guayana y el Ministerio de Agricultura y Cría, comenzó la plantación de cientos de pinos.

En 30 años se convirtió en el bosque creado por el hombre más grande del mundo, milagro que además originó un cambio climático espectacular y salvó a la Mesa de Guanipa de convertirse en un gran desierto. Actualmente, en el Bosque de Uverito, más de treinta empresas procesan madera de pino caribe para usos industriales y comerciales.

13529033_1031286416958388_3427917429992159347_n
José Joaquín Cabrera Malo

María Cordero

Con información de Azul ambientalista