Estas sustancias estimulan el cerebro a detectar y vincular la dulzura de los alimentos

El Sumario – Un estudio publicado por expertos australianos indica que el consumo de edulcorantes artificiales incrementa el apetito en humanos y animales, en vista de que el cerebro detecta y vincula la dulzura de los alimentos con su contenido energético.

Sin embargo, cuando se ingieren por mucho tiempo, el dulzor y la energía se descompensan y hacen que el cerebro busque la forma de equilibrar las calorías consumidas a través de la alimentación constante.

El error, en el que incurren muchas personas alrededor del mundo, es consumir edulcorantes no naturales para tratar la obesidad, sin considerar que estos químicos aumentan el hambre y no ayudan en su tratamiento.

Los edulcorantes artificiales son sustancias utilizadas en lugar de los endulzantes con azúcar. También se pueden denominar sustitutos del azúcar, edulcorantes no nutritivos y edulcorantes no calóricos.

Krystian Tovar

Con información de agencias