El Sumario - En esta fecha especial es importante resaltar los sentimientos entre madres e hijos así como los nietos, y dejarles el mejor consejo en relación a la lucha por Venezuela

El Sumario – Llegó el Día de las Madres y con él un sinfín de sentimientos para los que tienen la dicha de contar con sus protectoras cerca, ya sea para animarlas, hacerlas feliz y agradecerles de alguna manera un poco de lo tanto que dan desde el momento en que deciden ser mamás.

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Una madre, es sin duda un ángel caído del cielo, que cuando tiene que celebrar a su hijo lo hace con el mismo amor que cuando lo corrige o castiga para hacerlo mejor persona. La mujer de por sí tiene grandes cualidades y en su naturaleza está el ser protectora, dulce, amorosa y benevolente; características que se desarrollan aún más y mejor cuando se convierten en mamás.

Maria Chirino con su esposo e hijo
María Chirino con su esposo e hijo

Muchas personas que solo ven las capas principales de la maternidad dirían que ser madres es «no dormir como antes, dejarle el último pedazo de eso que te guste a tu hijo, dejar de salir y compartir con amigos, etc»; cuando todo ello es mentira… bueno lo de no dormir como antes si es cierto, pero no porque los hijos no lo hagan sino que las mamás son capaces de desvelarse cuidando el sueño de sus pequeños y estando atenta a cualquier cambio en ellos.

Además, cada una cuenta una experiencia única e irrepetible (por muy imposible que parezca), no hay que negar que muchas historias pueden tener similitudes pero ninguna es igual. Cabe destacar que las mamás pasan por distintas áreas que las van fortaleciendo y enseñando a ser mejores. Viven etapas como madres, tías y abuelas, además de convertirse en amigas y aliadas de los más pequeños. Tal es el caso de tres madres venezolanas: María Chirino (21 años), Gabriela Rodríguez (26) y Dinor Guillen (57), que conversaron con la redacción de elsumario.com para contar sus vivencias.

¿Qué es ser madre?

Para responder dicha pregunta, tuvimos la oportunidad de conversar con cada una sobre sus sentimientos y todas llegaron a la misma conclusión: ser madre es una felicidad incomparable.

 

Gabriela Rodríguez con su hijo
Gabriela Rodríguez con su hijo

María Chirino, estudiante de Radioterapia, es madre de un bebé que está por cumplir los 15 meses, en los cuales ha podido vivir la magia de un amor verdadero, puro y eterno. Para ella la maternidad la ha hecho sentir simplemente feliz.

La luz de sus ojos es su hijo Santiago, su motor, el que impulsa sus pasos hacia un mejor futuro, porque al pensar en él desea y anhela convertir a su familia en el mejor ejemplo, mismo que seguirá con el paso del tiempo para convertirse en el mejor reflejo de sus padres.

Por otro lado, está Gabriela Rodríguez, madre soltera quien es Arquitecto recien graduada y modista. Ella y su hijo de 8 años, Cristhian, gozan de una relación muy estrecha producto de la crianza que le han dado al niño, que trata por encima de todo del amor en familia, a pesar de las discusiones y problemas que puedan presentarse.

Gabriela, se describe como una madre «alegre, feliz y contenta» que solo piensa en darle el mejor ejemplo a su hijo y en demostrarle que las personas luchadoras son las que de verdad llegan lejos y alcanzan sus sueños, sin importar qué tantas trabas te ponga la vida.

Ella, ha labrado cada paso de su carrera académica y como madre, en su pensamiento está el que «mi hijo luche como yo por sus sueños». La joven madre, también se desempeña en el área de diseño y costura, siendo su mayor pasión.  Por ello lo que hace se convierte en pilar fundamental y ejemplo a seguir para Cristhian.

Por último, pero no menos importante, está Dinor Guillen; madre de cuatro hijos adultos y abuela de tres pequeños, lo que la hace sentir «dichosa». Desde su punto de vista se describe como «una madre exitosa» que ha sabido llevar a sus hijos por el buen camino y espera tener muchos años de vida para seguir la misma línea con sus nietos.

Dinor Guillen con su esposo y nieta más pequeña
Dinor Guillen con su esposo y nieta más pequeña

Dinor, es partidaria de que la valentía y la lucha constante son los motores que impulsan la vida el ser humano, lo que los lleva al siguiente nivel de la mano de Dios. Por eso, en su educación siempre habrán consejos alentadores así como esos en los que sí debe negarse a apoyar alguna decisión lo hará.

Futuro de los pequeños

Las tres madres, tías y la única abuela, están de acuerdo en que la calidad educativa ha menguado y que los procesos de educación ya no tienen la misma calidad de antes. No obstante, «en la casa empieza la escuela», como lo indicó Dinor, quien asegura que la los padres son los que deben hacer mayor hincapié en el proceso de aprendizaje de los hijos.

En el caso de María, expresa que le da cierto temor dejar a su bebé en maternales o cuidados ya que la atención de las personas no es igual hacia los niños. Ella y Gabriela, esperan lo mejor para sus hijos, un futuro lleno de oportunidades, próspero y bendecido.

No obstante, en esta meta entran muchas variables. Por ejemplo, la mamá de Cristhian, el niño de 8 años, indica que en todo el año escolar casi no ha recibido clases pues la maestra ha faltado por reposos extendidos y cosas similares, la escuela no se ha ocupado de buscar un reemplazo lo que a su juicio es sinónimo de desmotivación, ya que tal como lo dijo «con que ganas va al liceo».

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En cuanto a la situación actual en Venezuela, las tres consideran que es una lucha constante y que en ocasiones sienten tristeza, pero es algo que se sacuden con el optimismo que caracteriza al venezolano y demuestran a sus hijos que ellos son el futuro esperanzador, que sus vidas verán nacer un nuevo país y que mediante el esfuerzo todo se puede lograr.

Angélica Rodríguez / @Angelicanrg

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