La estrella británica dejó un legado musical incalculable y una honda huella en la música rock, llenándola de colores nunca antes vistos

Un ícono, una referencia musical. Increíble, tenía 18 meses batallando contra una enfermedad y prefirió relanzar su carrera, seguir trabajando y creando música. Quería mostrar un nuevo concepto y terminó el trabajo hace apenas pocas semanas.

El chico de Brixton, estudió arte, música y diseño, además de trazado y composición tipográfica. Un hombre dedicado a las artes desde muy niño y que iniciaría su aventura musical a los quince años, arrastrado por su hermanastro a la influencia del jazz. Podríamos hablar de cómo ha influido Bowie en un poco más de 50 años. Escribir la cifra es sencillo, es decir: David nos regaló una producción musical cada dos años y enamoró a generaciones. También es fácil decir eso.

Y ciertamente llenó la música rock de psicodelia, que no es más que la manifestación del alma, que va más allá del razonamiento humano, conmoviendo los sentidos y ofreciendo en cada una de sus 25 propuestas algo importante a nivel musical. El creador del glam rock siempre estuvo un paso adelante, no hay dudas.

Decidió sobrellevar su enfermedad regresando a sus orígenes: el jazz.

El músico británico David Bowie había estrenado hace tres días su nuevo tema Lazarus, parte de su vigésimo quinto álbum de estudio, Blackstar, que salió este mes al mercado coincidiendo con su 69 cumpleaños y anunciado con bombos y platillos en noviembre del año pasado. En el inquietante clip, de unos cuatro minutos de duración, Bowie aparece con los ojos vendados, levitando en la cama de un hospital psiquiátrico.

El nuevo disco de Bowie contiene siete canciones y dura un total de 45 minutos, con un tema principal, Blackstar, de cerca de diez minutos. El trabajo de Bowie mantiene el sonido característico del artista, al tiempo que añade nuevos matices al haber incorporado una banda de jazz. El Major Tom alternó entre el jazz experimental y un intenso art-rock en esta producción musical.

Este lunes se podía leer en la marquesina del Hard Rock Café de Nueva York: «We can be heroes, just for one day«, como tributo a la estrella británica que fue referencia para tantos y seguramente lo será para otros los próximos 50 años. Para aquellos que luchan contra el cáncer, la forma en la cual afrontó su enfermedad, será una nueva y revitalizante nota musical.

Kir-Her Yánez León
Genio musical, influyente y vanguardista en cada una de sus producciones.
Genio musical, influyente y vanguardista en cada una de sus producciones.